lunes, 25 de febrero de 2008

LUIS RODEIRO

“En el periodismo se ve que Córdoba es una isla”

Encabezó en Córdoba casi todas las experiencias del periodismo no hegemónico desde la vuelta de la democracia. Antes, sufrió la cárcel y el exilio. Hoy continúa su vocación analítica y crítica y dice que Córdoba es esencialmente conservadora.
Luis Rodeiro repasa el periodismo de esta ciudad y analiza la provincia y la nación, sin olvidarse del pasado.

Amplia biblioteca la de Luis Rodeiro sobre la Frai Mocho, donde conviven la razón y la pasión: al lado de un gorrito de Belgrano, usado de tanta cancha, una manuscrito de Saúl Taborda, impecable e invaluable. De esa forma parece haberse formado este hombre que tras una militancia incipiente en los 70’, vivió tres años preso y después 8 en el exilio mejicano. Exilio que el tomó como un paréntesis en su vida, “yo estaba convencido que debía ser así”.

Apenas regresado, formó parte del proyecto de Radio Nacional en la democracia naciente, “que fue interesante, porque fue un corte entre lo que había sido Radio Nacional durante la dictadura –férrea, rígida, grave, con música clásica- a una explosión medio descabellada que hicimos. Hubo una movida muy fuerte, muy rica” recuerda Rodeiro y admite que había en aquello una línea difusa entre lo periodístico y lo militante, todo comandado por José Orestes Gaido, el cura tercermundista que devino luego, con los años, en un supuesto testaferro del ex gobernador Eduardo Angeloz. “Yo lo conocía de antes, desde la ruptura de él con la Iglesia. Teníamos una gran relación”.

_ ¿La mantiene aún?
_ No. La experiencia determinante fue la de Página/12 Córdoba, de la que salí echado.

_ Página/12 Córdoba no debe ser un buen recuerdo profesional.
_ De mis experiencias periodísticas fue la peor. Prácticamente no existió. Se hizo con el criterio del Página nacional, con esa idea de periodismo crítico, pero con negocios en los que participaba Sokolowicz (Fernando, actual cabeza de la empresa) con el angelocismo, de la que formaba parte Gaido. Había una confusión muy grande, los periodistas que se habían llamado habían sido elegidos con el criterio de Buenos Aires, pero las condiciones eran distintas, porque era un diario oficialista y era muy difícil trabajar. Vos podías tocar cualquier cosa, menos a Angeloz.

_ ¿Esa línea se bajaba así, sin miramientos?
_ Sí. Yo empecé a participar al principio escribiendo algunas contratapas. Después me llaman a trabajar, con la idea del Página, incluso uno hablaba con gente de Buenos Aires, Gaido era circunstancial. En un momento determinado, cuando llego a la dirección, empieza la pelea con Gaido. Porque hay una limitación permanente a la actividad periodística.

_Desde la conducción periodística de Buenos Aires no hubo reparos
_Hubo algunas manifestaciones, pero era todo muy confuso. Cuando me hablan para asumir la dirección, me hablan de Buenos Aires. Pero en el trayecto de la vuelta, se produce un cambio, una disputa entre la parte económica del Página y la parte periodística. Gaido participaba de las reuniones de directorio a nivel nacional, había una contradicción muy grande. Pero lo del Página hasta hoy es confuso, nadie ha investigado quienes son los dueños.

_Fue su labor periodística más condicionada
_De todas ha sido la peor. Además, con un enfrentamiento con una persona a la que conocía de hacía mucho tiempo, con la que nunca había tenido problemas.

_ Distinta, aunque igual de traumática, fue la experiencia de Informe Córdoba.
_Me agradó mucho, fue una experiencia muy fuerte y en la que chocamos con los grandes intereses económicos cordobeses. Una carrera de subsistencia con dos problemas muy fuertes. El primero con Aguas Cordobesas, que a raíz de una investigación, la empresa, a través de su gerente de Relaciones Públicas, Gregorio Díaz Lucero, hizo que se bajaran todas la grandes empresas que hacían publicidad. Y eso nos pegó un golpe muy fuerte. Y después terminamos con la denuncia sobre Kammerath.

_ ¿Esa experiencia desnudó un caso particular o desnudó la realidad del periodismo en Córdoba?
_Creo que es una realidad del periodismo en Córdoba. Hay experiencias de autonomía, pero que indudablemente chocan con la posibilidad de contar con medios económicos, tanto a nivel público como privado. Es increíble que las vetas que se han mantenido sean las que se manejan a niveles de no grandes empresas, como el Hoy Día Córdoba o ustedes, experiencias de subsistencia increíbles. Pero cuando se plantean las cosas desde una revista que pretende masividad –algo que ustedes también lo vivieron con La Orilla- se ven los límites de esta isla que es Córdoba, en la que todos se conocen, en donde, a pesar de que pueden putear entre radicales y peronistas, hay una relación de apoyo muy fuerte, de no meterse. Y a su vez las empresas forman parte de esa realidad en la que los políticos conviven con algunos periodistas. Es un núcleo muy difícil.

_ El recuerdo de la revista La Intemperie es distinto.
_ Tiene otro sabor, una experiencia muy rica, con un sabor teñido de la complicidad con la que la hacíamos. La Intemperie parte de la idea de que Córdoba culturalmente está muerta, que vive todavía con la sombra del Cachorro. La idea era tratar de plantear un debate amplio, dentro de la izquierda, de sectores ‘progresistas’. Fue una buena tarea y el éxito mayor, aún cuando le costó su vida, fue el debate sobre la violencia política (ver aparte), que aún es un debate no concluido ni terminado, pero que abrió la posibilidad de plantearlo, porque era un tema tabú dentro de la revisión de la izquierda. El tema de la violencia quedaba como una sombra.

CAMBIOS K
_ Dice usted que la revista nació porque Córdoba vivía con la sombra de Menéndez. De aquellos años a esta parte no cambió mucho.
_ No ha cambiado mucho... hay cosas nuevas, importantes. Los cambios en la Universidad son muy importantes. Hay experiencias ricas a nivel político, pero muy fragmentadas, muy apegadas sólo a una porción Que quizás sea el modo de recomenzar una relectura, porque la crítica fundamental viene de los discursos globalizadores, totalizadores de la izquierda. Y no se va a reemplazar eso por algo igual, sino por nuevas experiencias, con los altibajos que eso signifique. La idea de modificación y de cambio se encuentra coartada por distintas realidades. Con el kirchnerismo se avanzó en muchas cosas, pero en otras creo que descolocó una evolución de las organizaciones de base que de alguna manera, es un paso atrás.

_ En qué lo observa puntualmente
_ En la cooptación de muchos organismos de base que terminaron sin la autonomía necesaria para un proyecto propio y empiezan a depender totalmente del Estado.

_ Otras lecturas podrían interpretar que esto es un paso adelante, ya que Abuelas o Madres desde el Estado pueden ejercer más poder. No es su visión.
_Tengo mis grandes desconfianzas. Creo que la fuerza de los organismos de Derechos Humanos fue muy grande, siempre rescato a Madre e Hijos en el sentido de que lo que se plantearon fue el desarrollo de un cambio cultural a través de una acción muy concreta, muy decidida, que logró que la gente fuera entendiendo el tema de los Derechos Humanos y entrara a juzgar más fuertemente al régimen militar. Y creo que esa riqueza fue también su autonomía. Yo no sé si esta unión tan fuerte con el Estado va a tener resultados positivos. Porque si a los Derechos Humanos los encarás sólo con memoria, no sirven, son interés para un grupo reducido de gente. Los Derechos Humanos trascienden en la medida en que estén en el hoy, en la actualidad.

_ Usted decía en vísperas electorales que Kirchner no es Menem, no es De la Rua y recuperaba una frase de Eduardo Aliverti para definirlo: “Es lo que hay”. ¿Qué es lo que hay?
_Yo creo que lo que hay son elementos muy positivos que todos sabemos cuáles son, pero que a nivel de cambios profundos en la estructura económica, en la idea de avanzar en un territorio de igualdad, estamos cada vez más lejos. Ante eso, está el voto en blanco. Pero ante una derecha que se fortalece a través de errores del propio kirchnerismo y de la izquierda, la opción cambia. Lo importante es saber que, con las ideas y la conciencia clara, esto no es un punto de llegada, sino un punto de partida.

_ Algo ya mencionado en los 70’: la idea de que el peronismo es un punto de partida.
_ Nosotros, cuando analizamos al experiencia montonera, donde tuvimos una participación inicial y nos separamos muy prontamente, una de las cosas que señalábamos era que el ‘montonerismo’ oficial había considerado al peronismo como un punto de llegada. Y el punto de llegada era un movimiento ambiguo, con muchas contradicciones internas, en la cual la idea de cambio, de socialismo, no aparecía. Creíamos que el peronismo es un punto de partida porque no se podía esperar ningún cambio profundo sin tener en cuenta al peronismo. No había posibilidad alguna de pensar una sociedad socialista sin tener en cuenta a los trabajadores, que era peronistas. Eso significaba, de algún modo, una ruptura: el peronismo había dejado de ser un movimiento polifacético y se habían desatado luchas internas muy profundas, lucha de clases entre el progresismo y la burocracia.

_ La ruptura de la que habla se puede comparar con la que intentó Kirchner al comienzo de su mandato y fracasó claramente.
_ Creo que el movimiento tiene que dejar de ser un movimiento polifacético, no se puede estar con Dios y con el Diablo. No hay posibilidad alguna de plantear el cambio si tenés a los sectores burocráticos dentro del movimiento. Y ha sido la gran pelea y la gran tarea de estos años, quienes lo han planteado han sido fagocitados por esa realidad, en la cual la fuerza electoral ha tenido una fuerza determinante en las decisiones. Uno puede decir que el gobierno de los Kirchner es una alternativa progresista, pero si esa alternativa en Córdoba es ser delasotista, se acaban todas la posibilidades de cambio. Creo que es el gran dilema, no sólo del movimiento, sino también argentino.

_ Y, a pesar de algunas esperanzas, la reconfirmación de la alianza de Cristina con la CGT y el no a la CTA, estaría señalando que se va por un camino no deseado.
_ Indudablemente no es esperanzador. Indudablemente no ha significado ningún cambio, se avanza en temas trascendentes pero no definitorios. Derechos Humanos, la Corte, implican valores muy importantes. Pero el gran drama argentino es la exclusión social, que tiene trasfondo económico. Y en ese aspecto no hay nada, absolutamente nada. Le van a aumentar el 15% a los jubilados cuando los gremios piden un 30% para recuperar lo que han perdido por el proceso inflacionario. Es la confirmación de una desigualdad, que no es sólo un problema argentino, sino de todos estos gobiernos en el continente que han tenido el modelo de la Tercera Vía, del socialismo europeo, que termina aliado con el capitalismo. Y no hay signos de que eso cambie, ni que cambie la desigualdad impositiva, que sería un paso fundamental.


LA PROVINCIA CONSERVA
_ Como otros analistas, usted señaló que Schiaretti era un gobernador sospechado. Pero el uso de la contra democracia ciudadana y esa sospecha se han desdibujado. Y sólo han pasado 7 meses.
_ Iba a pasar en la medida en que los movimientos no calasen profundamente. Schiaretti es la continuidad de De la Sota: una propuesta conservadora. Un gobierno en el cada uno tiene sus funciones y en donde no hay que hacer olas. Está todo ordenado, enfrascado, con una Legislatura que no cumple su función porque la reforma la limitó y terminó siendo un apéndice del Ejecutivo, con la inexistencia de los partidos como estructura de participación, son sólo estructuras de colocación y de negociación. Pero creo que responde a una Córdoba conservadora. El mito de la Córdoba revolucionaria es sólo eso, un mito. Hubo explosiones, pero después en desarrollos normales, es conservadora. Conservador fue el planteo angelocista, el planteo de De la Sota. Y hay en la sociedad un conformismo muy grande. En la época de Angeloz, en su segundo periodo, se hizo una encuesta y tuve acceso a las respuestas: el 90% de los cordobeses se declaraba entre feliz y muy feliz.

_ Es decir que en los últimos años, lo ‘positivo’ es que Córdoba ha sido coherente.
_ Claro, Córdoba ni siquiera ha llegado a aceptar el ‘progresismo’ kirchnerista, que no existe aquí. Ni eso ha calado.

_ ¿Y el periodismo hoy expresa eso?
_ El periodismo forma parte de la acentuación de ese perfil, fundamentalmente en los medios televisivos. Y es una cosa muy perversa: si sos atento y lees las columnas de los periodistas económicos, estos plantean, de la mano de la Fundación Mediterránea, la necesidad de sincerar los precios. Pero apenas sube el cospel titulan ‘Cospelazo’. Es un manejo que conduce a una situación muy de conformismo. Además la situación económica favorece: formamos parte de la patria sojera.

_Volviendo a Schiaretti, ¿será posible que transformé su ilegitimidad a fuerza de gestión?
_ No sólo que lo va a tratar, lo va a lograr. Sobre todo, porque la fuerza opositora principal termina siendo una esquema que es casi igual a los partidos tradicionales, que tiene un vértice y el vértice decide todo: quiénes son los candidatos, quién se queda afuera y quién se queda adentro. Eso, como forma de oposición, se desvanece. No nos podemos olvidar que la gente salió a la calle por el fraude. Pero después todo quedó en el personaje individual. La gran posibilidad de una fuerza opositora termina siendo un conglomerado de posiciones distintas donde se mezclan intereses, en la cual no hay participación, no hay forma democráticas de elección. El pensamiento único favorece a Schiaretti.


RECUADRO
MATAR O NO MATAR
Luis Rodeiro fue uno de los que encabezaba la revista La Intemperie cuando, a raíz de una entrevista a Héctor Jouvé, ex integrante de Ejército Guerrillero del Pueblo –guerrilla guevarista que operó en Salta a principios de los 60’-, comenzó un debate que se prologó durante un buen tiempo. Debate generado por la confesión de Jouvé acerca del fusilamiento de dos compañeros por parte de los mismos integrantes del EGP.
Todo decayó en ‘Sobre la responsabilidad: No Matar’, el libro que recoge las respuestas de destacados intelectuales argentinos al tema.

_Oscar del Barco dijo en la carta que inició el debate que “es hora de que digamos la verdad”. Miguel Bonasso, ex montonero y actual diputado K, años antes, decía que los montoneros deberían hacer una autocrítica.
_Yo tuve la suerte de que hayamos acompañado el proceso de militancia con críticas. Escribí un libro sobre el tema, la historia de una disidencia que plantea las grandes discusiones. El problema de este tema es que las autocríticas, por ahora, son personales; y que es absurdo pedir que se haga la misma autocrítica que se hizo desde el Ejército, porque ya no existe la organización, se ha disgregado, están muertos, no tiene estructura. No obstante, el gran error de todo ese proceso es no haber comprendido que la lucha era política y que el pecado fue la militarización tremenda que llegó a plantear una idea que hoy rechazamos como sociedad: la revolución desde arriba y por las armas; eso no es una revolución. No entendieron la realidad política, la sociedad estaba preparada para un objetivo más cercano: una democracia en la que pudiéramos participar todos. Si lo hubieran entendido, deberían haber buscado legitimar una conducción política. Pero se cerraron. Así y todo, creo que tenemos que analizar las situaciones en su momento. La posición de Del Barco olvida las circunstancias exactas en que dio eso. Y eso se dio en un momento en que la violencia estaba legitimada. Nos habíamos desarrollado en medio de la violencia. No podés despegar del análisis crítico lo que se vivía entonces. Tenés que mezclarlo con el barro de la historia.


DESTACADO
“El pasado se vuelve más fuerte que el presente y el futuro. Esa parte ya la tengo saldada, me preocupa más lo actual. Es un poco lo que me asfixia: las efemérides me abruman un poco. Es el gran drama de la izquierda: vive de las efemérides”

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena entrevista, y muy interesante y franco todo lo que dice Luis Rodeiro.

Horacio Javier Etchichury,
de la cocina de Radio Tosco

Anónimo dijo...

Excelente la entrevista.
Ahora, si la gorrita hubiera sido de talleres, no la mencionás ni en pedo! Buena, buena.

Anónimo dijo...

Este no solo encabezó todas las experiencias periodísticas ,si se les puede llamar así, sino que picoteó por todos y los más variados grupusculos políticos, hasta los más siniestros , hasta ser funcionario de Alfonsín ,Angeloz,etc para después traicionarlos, pero mientras se llenó los bolsillos.Ahora anda juntando giles para defender aL MATRIMONIO DE LA ROSADA.Le habrán prometido un puestito? no se preguntan por qué no ha abierto la pluma supercrítica desde hace más de un año?no tiene nada que decir para defender la democracia?Por favor , un seudo periodista que toma la política como un partido de fútbol entre barras bravas!!!Con esta caterva esta provincia no remonta más.

Anónimo dijo...

Me gustaría que explicitaras lo de su enriquecimiento y lo del picoteo, porque es una persona,y de las pocas que es coherente con su pensamiento, de traidor nada. Tambien sería bueno analizar tu anonimato, qué temés, por qué te encondes o acaso sos de los que cubren con el ala y muerden con el pico. Te hiciste control de venenosidad extrema, te fijaste cuantas vueltas tiene el cascabel que llevas pendiendo de tu anonimo traste. Y te respondo igual, desde el anonimato. Viva Belgrano! pesudocritico.

Anónimo dijo...

Acabo de leer con fruición esta entrevista , a la que me habían comentado de sensacional,y siento con mucha tristeza que no sirve para nada. Coincido solo en una cosa: el rol de los medios es fundamental. Constituyen un arma de poder ilimitado para formar opinión y lo que es peor, de formar voluntades, conciencias en fin, modificar la realidad de acuerdo a una tendencia buscada.
Lo que me desencanta es que esto está planteada en términos de una adhesión no disimulada al elenco gobernante. No plantea ni deja lugar al disenso, deja pasar una oportunidad para arrojar luz sobre el problema que hoy nos quita el sueño a todos.
Tengo 55 años y ya pasé varias etapas de pensamiento hegemónico. De tal manera, estoy convencido que cuando algo se repite tanto y todos estan de acuerdo, hay que desconfiar. Además, criticar o decir que el gobierno no está haciendo las cosas bien, no implica ni lógica ni materialmente darle la razón “al campo” (a todo esto: qué poco se dice cómo y por quienes esta conformado el campo. A caso “el campo” es uno solo???).
Hace ya largos meses que escucho simplificaciones tendenciosas en los medios, en el gobierno y ahora en los intelectuales ¿?.
Del otro lado veo una educación destruída, una salud pública lánguida, una seguridad inexistente, etc. y muchos etcéteras.
Está bien muchachos, no piensen más.
Darío Ulloa

Anónimo dijo...

JUAS , JUAS , JUAS.Estamos desorientaos y no sabemos, que trole hay que tomar, para volver... Mientras Víctor Hugo consagra a ¨Adattnn¨, Oscurín (así como creyó Goebbels) se refriega las manos pensando que al fin podrá vengar sus resentimientos mostrándole al General de la Nación Don Juan Domingo Perón, su Versión II de ¨Como yo gesté El Proceso¨. Él, no echa a los imberbes de la plaza para luego comenzar la persecución y exterminio; prefiere empezar ¨higienizando¨ los bochos del pueblo peronista y el otro (sabiendo que ninguno de los dos lo quiere) en ¨duchas¨ idiot lógicas. Sabe que su histérico proceder, su alienante ley de medios, sus extorsiones mal... para la historia son anecdóticos, y que, así pretendan ¨acabar¨ otra vez mandando al muere a miles como aquella vez, la velocidad de la información los ¨masticará y escupirá los huesitos¨. Osvaldo Bayer se los explicó clarito hace más de 40 años: -y a ustedes, quién les dijo que las masas los quieren?-.
y pa que no me traten tan mal como al anónimo 1, ya que en este bloK, SON intoleranteS defensores de terroristas, me llamo
ARMANDO KILL OMBO
DNI 5x1

Anónimo dijo...

Lo unico que le produce dolor de cabeza a este gobierno es no poder sacar como querian la ley de medios, lo demas, la gente, las empresas si no son de amigos no les interesa nada, miran paraotro lado y listo, se termino el problema, ellos viven en ese extraño pais que son capaces de inventarse que toda la gente que esta protestando le estan manifestando su apoyo.
Monto Gigio

Anónimo dijo...

Este monto es un envidioso de primera,no sé que hace en Córdoba,¡andate a vivir a Cuba o Venezuela! Vas a ver como bajás el panzón burgués que tenés, que seguro no es de tetrabrik. Pan y fulbo!
Uno de Taiere