lunes, 30 de marzo de 2009

GUILLERMO ‘QUITO’ MARIANI

“La Iglesia está tocando fondo”

Sin rodeos, claro y contundente, Guillermo ‘Quito’ Mariani presenta nuevo libro a fines de marzo. Y reflexiona, aquí, sobre Dios y el país y asegura que Iglesia como institución “se está desgranando”.


Todas las semanas se repite el rito. Volver a la Villa del Rosario natal junto a su hermano y su hermana para ocupar la casa, hoy vacía, de la infancia. Compartir, como en aquellos años, el dormir y el despertar con los hermanos, sin la presencia, al menos material, de los padres. Guillermo ‘Quito’ Mariani está recién llegado de la casa materna. Y cuenta que allá, “cada uno hace sus cosas. Yo llevo la computadora y estoy mucho tiempo escribiendo”, cuenta. Y asegura que ir todas las semanas no es volver a la infancia. “Es muy vivo el recuerdo de mamá, pero volver a la infancia no, he asumido esa edad en las otras edades. No tengo que volver porque soy un chico…”, cuenta, y se ríe.

Desde hace dos años, Mariani vive en su nueva casa, Recta Martinoli al fondo. No extraña la Cripta: vuelve más seguido de lo que uno imagina. “Son 40 años” dice, como explicando la imposibilidad del desapego absoluto. “Me defendí como gato panza arriba” dice al rato, recordando aquellos días en que fue enjuiciado por los prejuicios de buena parte de la sociedad y también por el Supremo Tribunal de la Iglesia, de Roma, en donde “me conminaron a que pusiera 1800 euros para poder atender mi apelación, tras ‘el escándalo’ que había provocado mi libro. Dije que no podía, en el Arzobispado me dieron un certificado de pobreza y desde allá me rebajaron a 1000 euros, y me reí como te estás riendo vos ahora. Lo tomé a broma. Y dejé de atender eso…”

_ No tuvo miedo, en aquellos días, que la espectacularización de los medios vaciara su obra, que iba mucho más allá de sus experiencias sexuales.
_ Lo tuve en cuenta, tuve mucha bronca al principio. Pero pasado el tiempo, me di cuenta de las avalanchas de aprobación. Sino hubiera habido este escándalo inicial, no hubiera habido esta reacción. Yo con mi hermana voy a todos lados, y vamos abrazados sin reparos. Y la otra noche en el restaurant Heriberto, un hombre me vio con ella y me dice: ‘Lo felicito padre”…

_ Y al escribir aquella obra y las posteriores, ¿iba en búsqueda del reconocimiento político o del reconocimiento literario?
_ El reconocimiento de la gente. El político no me interesa…

_ Pero su postura es política, no lo puede negar.
_ Sí, sí, pero mi postura política tiene valor desde mi inserción en la gente a partir del ministerio sacerdotal. El último libro –Agujeros Negros, ver aparte- es lo que he ido recogiendo de las dificultades y problemas que traía la gente a la iglesia para resolver mis propios problemas, los he ido resolviendo para mi y en ese mismo resolver he ido resolviendo los de la gente. Este libro es una síntesis de todo este proceso, es mi propia afirmación de una manera de vivir en el mundo.

FIN A LA INSTITUCIÓN
_Usted señala que hay muchos que piensan como usted dentro de la Iglesia y no se animan a decirlo por miedo a represalias
_ Hay mucha gente que en muchos aspectos piensa y obra de otro modo, pero está como firmemente establecido en la conciencia clerical que lo importante no es no hablar, sino no decir lo que se hace. Eso es lo que importa.

_ Y entonces, si pertenecen a esta estructura y no piensan como ella y se expresan en contra de su modo verticalista y autoritario, ¿por qué seguir adentro, luchando y resistiendo?
_ Porque la Iglesia no es elementalmente institución, es una comunidad de seguidores de Cristo, y es absolutamente legítimo pensar que la Iglesia institución, que tiene una cantidad de elementos que favorecen la corrupción -como lo económico- va a estar en contra del mensaje cristiano, en su profundidad y autenticidad. De manera que el tema es no dejarle lugar a que la Iglesia sea sólo institución, sino que sea también de gente que denuncia lo que la institución hace. Cualquiera podría pensar que esos $690 que cobro de jubilación son el motivo para permanecer dentro de la institución. El de Brigadas Vanni –Luis Vanni- cada vez que me encuentra me acomete: “Usted es un desagradecido porque ha vivido de la Iglesia durante 50 años y ahora habla mal de ella, no la insulte que es mi madre”. También Mario Pereyra me dice que si no me gusta la institución, que me vaya de ella. Pero es por eso: es legítimo luchar, como mucha gente, desde adentro. Tenemos derecho como comunidad de cristianos dentro de la Iglesia, aunque quizás se tarde mucho en lograr una sociedad que tenga la misma presencia que ha tenido la Iglesia institución a través del tiempo, que ha causado más males que bienes.

_ ¿A partir de cuándo la Iglesia toma este giro institucional?
_ Del Siglo IV, con Constantino, que es quien enamora a la Iglesia con el poder, del que no desencarama nunca. Con la infabilidad pontificia y el autoritarismo absoluto se va formando ese poder, que ahora se va desgranando en una cantidad de cosas, a pesar de que Benedicto XVI quiere nuevamente hacer una cosa compacta, aunque sea de menos gente, para oponer este fanatismo al fanatismo islámico. Pero se va desgranado, la Iglesia se va desgranando. Con esta última actitud tan imprudente de rehabilitar a los obispos lefevristas, muchos desde dentro de la Iglesia, han estado en contra de esa posición. Además de todo, el Evangelio tiene frases absolutamente drásticas en contra de la institución: “Los reyes de las naciones nos mandan como si fueran sus dueños y se aprovechan de ello para su propio crecimiento. Ustedes no tienen que ser así. El que quiera ser el mayor que sea como el menor y el servidor de todos”. La institución civil está descartada expresamente por palabras de Jesús, que son claritas.

_ ¿Y es posible pensar que esos 1600 años de verticalismo y antidemocracia pueden revertirse?
_ Mi esperanza es un poco tremendista, pareciera que hay que llegar al fondo para empezar de nuevo. Y en la Iglesia creo que se está tocando fondo. La actitud tan decidida de Benedicto XVI hace que posiblemente el que siga sea como él, porque ha armado a su alrededor una estructura de poder con el Opus Dei que está gobernando todo. Todos los presidentes de las congregaciones romanas -especie de ministerios de laicos, de cleros, de obispos y de las misiones- son del Opus. Esto tiene perspectiva de ir hacia un derrumbe de la Iglesia. Ya está perdiendo poder, prestigio, crédito popular, fieles a montones. Está creciendo el Islamismo, una especie de contrapartida tan fuerte, que va a barrer con muchas instituciones católicas. La iglesia católica ha cometido el tremendo error de convertirse en sumisión, y el cristianismo es una cosmovisión del mundo, que tiene sentido religioso porque se atribuye a un ser supremo, pero convertirse en religión con todos los detalles de este catolicismo ha sido el gran error porque ha dejado entrar supersticiones, fantasías. Y como consecuencia de esto aparece el autoritarismo que obliga a dejar el sentido común, la razón, los sentimientos. Esto va de la mano con la institucionalización de la Iglesia.

_ ¿Y cuál es la diferencia a la hora de abordar la figura de Dios en la institución y en la cosmovisión cristiana?
_ En la cosmovisión cristiana, lo característico, no existente en otras visiones, es que el centro de la preocupación, de la acción y de la vida del hombre se pone en los otros hombres. Todas las religiones son una búsqueda de Dios. El cristianismo es una búsqueda del hombre, Dios entra en relación con nosotros a través de un hombre, Jesús. Dios se descubre en el hombre. El Dios absolutamente otro, inaccesible, inabordable, donde lo más importante es para rendirle culto a Él, es una deformación de sentido.

_ Pensaba preguntarle sobre la tan citada frase de Marx que dice que Dios es el opio de los pueblos. Con lo que viene diciendo, queda en claro la esencia de ese opio.
_ Todo lo religioso ha convertido a Dios en el opio de los pueblos, de todo movimiento de cambio, de todo movimiento revolucionario.

_ ¿Y cuál es el camino para traer a los descreídos de todo Dios y a los que creen en la institucionalidad?
_ El camino de los teólogos modernos es una forma nueva de vivir la Iglesia: aproximar a todas las visiones que hay desde el punto de vista filosófico, de manera que cada uno pueda mantener su orientación coincidiendo en una cantidad de principios de vida que sean de valor universal, no para siempre, sino que correspondan a un momento histórico que pueda ir evolucionando. De modo que haya un consenso en el modo de ver la realidad y de proceder ante ella.

RECUADRO
LA FE QUE MUEVE, A VECES
_ En un pasaje de su último libro dice que la fe está llena de incertidumbre. Es paradojal esta afirmación, ya que está instituido que la fe es algo seguro, es a lo que uno se aferra.
_ Es la institución la que te obliga a verla así, porque si la fe falla, falla el dominio de la institución sobre vos. Si la fe, que es lo que te ha dado la institución como suyo, empieza a fallar, se cae el edificio. Cuando yo estaba en Villa María, antes del 57’ –época en la que yo era fanático de la Iglesia, conservador, con todo lo que me había puesto el seminario: absoluta obediencia, absoluta sumisión, no dudar en nada, no pensar que podría haber otra cosa- leí una revista francesa que decía que la fe no era un sol que iluminaba todo, sino que era apenas una linterna de detective que alcanzaba para hacer un paso hacia delante. Todo lo demás es oscuridad. Y yo lo he vivido en muchas cosas con mucha gente; sino es fanatismo, la fe está llena de incertidumbre.

_ Entonces creer a veces y otras no en Dios forma parte de la esencia humana.
_ Sí. Creer en Dios, amar a Dios y veces insultarlo forma parte de la esencia humana.


RECUADRO
MARIANI EN LA ERA K
“Yo soy optimista. Tengo una visión parcial porque reconozco que en estos últimos gobiernos se ha hecho lo que yo deseé tantas veces con respecto a los Derechos Humanos, la independencia internacional, la relación con los países hermanos de Latinoamérica, la actitud que dejó de ser carnal con Estados Unidos y una denuncia, aunque muchas veces no corresponda a las acciones que se llevan a cabo, sobre la enajenación que fue y que es. Para mí, estamos mejor”, afirma Mariani.

_ Usted es una figura pública con un alto nivel de adhesión. Sin embargo, el 80% de los argentinos, según los últimos sondeos, no piensa que como usted en ese sentido, ¿a que cree usted que obedece?
_ A una clase media desastrosa.

_ ¿Se anima a decirlo así, sabiendo que vive y ha trabajado en buena medida con la clase media?
_ Sí, mi esfuerzo siempre fue lograr que la clase media no fuera un tapón del cambio revolucionario que se estaba gestando. Todas las reuniones, las catequesis familiares, estuvieron orientadas a quitarles esa característica de tapón de los cambios a la clase media. Pero es algo que está muy adentro, que se caracteriza por su ambición para progresar. Con lo del año pasado, la clase media jugó un papel importantísimo. En la bravuconada de esa corporación de poderosos, junto a la prensa que se puede comprar, la clase media hizo un gran papel para que se difundiera la idea de que el campo de los agroexportadores era el campito de los pequeños propietarios. El día que intentaron meter preso a De Angelis, la clase media del Cerro estaba frente a la Mujer Urbana con cacerolas –se ríe y recuerda el tema de Ignacio Copani, ‘Cacerolas de teflón’-. Hoy me abstengo, en muchos grupos, de hablar.

RECUADRO
TIRANDO MITOS
_ En una presentación de un libro usted fue muy franco al criticar a la Madre Teresa de Calcuta, un ser indiscutible e intocable.
_ Mi crítica a la Madre Teresa no es personal, sino por su falta de conciencia social por aceptar el dinero de cualquier manera porque sirve para hacer el bien; es decir, un planteo santo del dinero. Haber recibido grandes aportes de los Duvallier, por ejemplo, o su principio: no me importa de donde venga. Me parece muy ambiguo y que puede inducir a una violación muy seria de la justicia. Hay un libro sobre ella en el que se dice que en lugar de hacer casas para ayudar a morir, podría haber hecho hospitales de alta complejidad para salvar vidas.

NUEVA OBRA, MISMOS AGUJEROS
_ Se sabe de la existencia de los agujeros negros en el cosmos, ¿hay también en la Iglesia?
_ Son los que yo trato de exponer en mi último libro, que son los que tragan luz. Lo que conocemos de los agujeros negros es que tragan luz. En la iglesia hay agujeros negros que, a diferencia de los del espacio, son remediables, porque hay cosas muy notables.


RECUADRO
PRESENTACIÓN


El 26 de marzo
Se sabe de la existencia de los agujeros negros en el cosmos, ¿hay también en la Iglesia?
_ Son los que yo trato de exponer en mi último libro, que son los que tragan luz. Lo que conocemos de los agujeros negros es que tragan luz. En la iglesia hay agujeros negros que, a diferencia de los del espacio, son remediables, porque hay cosas muy notables


RECUADRO
MARIANI Y LOS CAMBIOS EN AMÉRICA, VÍA POESÍA

Evo Morales realidad y símbolo

Eva madre de vivientes en la historia de la biblia,
Evo padre de insurgentes por una nueva Bolivia.

Una engendrando la vida y otro para hacerla digna,
una encerrada en los mitos y otro volando las cimas.

La primera clarinada con sonido indigenista
en el predio enajenado de la América mestiza.

La pureza inmaculada de una raza perseguida
con el coraje que sólo tiene la gente sencilla.

Una nación condenada en su pobreza nativa
caucho y salitre robados y bloqueadas sus salidas.

Las derechas, sin derechos para quien no está en sus líneas
están rumiando venganza y lo tienen en la mira.

Pero él sigue caminando con sencillez campesina
desafiando sin alarde las astucias asesinas.

Experto en la diplomacia sin rodeos ni mentiras
su ropa pone colores y su rostro la sonrisa.

El poder como un servicio de libertad y de vida
con la ofrenda de la propia, entregada sin medida.

En testimonio constante de pobreza compartida
sólo reclama del rico lo que exige la justicia.

Acurrucado en la plaza en una huelga vigilia
espera del parlamento una Bolivia distinta.

Un agujero en el cielo cuya luz intranquiliza
a los que a oscuras se nutren de opresión y de codicia.

En su tierra traicionada por la gula autonomista
él defiende lo que a todos la Pacha mama destina.

Y en sus sueños e intuiciones de tradición mantenida
arma planes de futuro para su gente querida.

Desde la Paz y la astucia de una raza sometida
flamea un nuevo estandarte para América latina.
José Guillermo Mariani (pbro)

jueves, 12 de marzo de 2009

ENTREVISTA A MARCELO BIRMAJER

“Soy un guerrillero de la literatura”

Escritor representante de la nueva generación que ya ganó su lugar en la literatura nacional, Marcelo Birmajer fue definido como el ‘Woody Allen de las pampas’.
Pero no todo es humor en su obra.


El clima, que cambia en horas, no le avisó a Marcelo Birmajer, invitado a la Feria del Libro de Córdoba, que en esta ciudad podía hacer calor. Y él no trajo remera. Por tanto, antes de poder sentarnos a dialogar para que explicase cómo, a los 42 años, ya tiene más de 30 libros publicados y fue traducido en varios idiomas, busca una remera por el centro de esta ciudad y se detiene ante cada librería para ver si exponen alguno de sus libros. Y se sorprende y señala en caso de que alguno esté bien a la vista. Birmajer sigue buscando una remera, no se anima a la de Belgrano de Córdoba pero sí a una de una marca elegante de campo. Y no tiene problemas en disimular que si puede comprarse una remera cara, se la compra. Publicó más de 32 libros. Puede. O debería poder.

Con remera nueva y celular que no para, media la charla un cabrito asado que el escritor, que confiesa comer todos los mediodías merluza a la plancha con puré de zapallo, no dudó en pedir. Y tampoco duda en comer el cabrito con las manos mientras ensaya algunas respuestas e improvisa la regla número 1 para cualquier lector en forma de anticipo para este cronista. Los huesos del cabrito que ya no es, están pelados. Las palabras de Birmajer se alargan cuando hace falta. Otras veces pueden ser muy escuetas y sin dilaciones. Como las mejores novelas.

DE AQUÉL A ÉSTE
_ Como todo escritor, comenzaste como periodista.
_ Sí, en el diario Nuevo Sur, haciendo crítica cultural. Yo en esa época era ‘bien de izquierda’, pero no estaba a favor de la línea del diario, que era del PC. Yo era troskista…

_ ¿Vos eras troskista?
_ Sí, en esa época sí.

_ Cambiaste rotundamente, ¿no?
_ 180 grados. Fueron procesos, lecturas como Isaías Berlin, que me convirtieron al bando de la democracia.

_ ¿Los decís porque el troskismo no es democrático?
_ No, para nada. No lo fue nunca ni lo es hoy. Trosky (N. de la R: León, referente del movimiento que en Argentina encabezan el PO y el MST) lo dice muy claro durante la Segunda Guerra Mundial: ésta no es nuestra guerra. Y en esa guerra se enfrentaban la oscuridad y lo menos malo, y él no tomaba partido. Yo evidentemente estoy del lado de los aliados. El troskismo nunca levantó ni levantará la bandera de la democracia. Lo que sí tuvo de favorable fue el no levantar la bandera de la lucha armada. El troskismo sólo fue un movimiento político, siempre fueron muy sensatos. Y es cierto también que Zamora (Luis, ex líder del MAS) siempre defendió la idea de que si no los votaban, no iban a poder tomar el poder. Eso hay que reconocerlo.

_ Y ahora, cómo te definís políticamente.
_ Un desconcertado. Un investigador de la realidad, con algunos dogmas que no me molesta llamar dogmas: el respeto por la vida humana, el respeto por la libertad, por la libertad de expresión. Estoy de acuerdo con que exista el Congreso, con que las autoridades se elijan por medio del voto, estoy de acuerdo con gobernar por medio de delegados y no de asambleas. Y también creo que, en nuestro país, una enorme proporción de la clase política es deshonesta, que recurre a la corrupción.

NI GENIO NI MEDIOCRE
_ Si bien es posible encontrar asuntos vinculados a la política, tu narrativa está más ligada a la cotidianeidad y a ciertas señas de tu propio mundo.
_ Los cruzo. Nunca la política a secas. Siempre está cruzada con el amor, la tragedia familiar, el pasado.

_Tópicos de la literatura universal.
_ Siempre.

_ ¿Un escritor no puede prescindir de esos tópicos?
_ Yo como escritor no puedo prescindir de eso. Hay dos tipos de escritores que pueden prescindir de eso: los genios, que pueden contar historias con cualquier cosa; y los mediocres, que como no saben contar una historia, dicen que prescinden de las historias.

_ Es decir, Birmajer no se considera ni genio ni un mediocre.
_ Yo estoy a obligado a usar los sistemas tradicionales, porque no soy un genio y espero no ser un mediocre.

_ ¿Y hay mediocres que pueblen, legitimados por el público, la industria?
_ Por el público, no, por la academia, sí. No voy a dar nombres. También hay mediocres que les va bien por el público, pero es menos grave. Al mediocre que le va bien gracias al público, es por una decisión libre. Al que le va bien por la academia, es con guita del Estado, la plata es de los contribuyentes, se subvenciona la publicación de un mediocre.

_ Y decir estas cosas, ¿qué genera?, ¿no es el mundo de la literatura un mundo de celos?
_ Un mundo de vanidades, de pequeñeces, de declamación de desinterés por cosas que los desesperan. Hay escritores que admiten querer que su libro se venda y otros que niegan ese deseo, pero con actitudes deshonestas. Hace poco leía a un escritor que no es del mercado que decía que había tenido mala suerte por no haber sido traducido. Si vos decís que fuiste traducido a tantos idiomas tiene un dejo de vanidad, porque estás contándole al otro algo en lo que te fue bien. Eso es ser del mercado, eso es ser comercial. Pero lo que dijo este escritor es patético: yo debería haber sido traducido, yo me merezco ser traducido. Los que están fuera del mercado son más patéticos que los que están adentro. Yo sé de varios escritores mediocres que están adentro del mercado que son éxitos millonarios, como Dan Brown (autor de El Código Da Vinci), que me parece mediocre, pero la gente lo eligió.

ESTABILIDAD
“Yo pienso –dice Birmajer- que para escribir una buena historia… para que se me ocurra no sé que hace falta, pero para escribirla necesito estabilidad”.

_ Qué tipo de estabilidad: tiempo, dinero…
_ Las dos cosas. Necesito una rutina, sentirme tranquilo interiormente.

_ ¿Y cuándo lograste esa tranquilidad?
_ Nunca.

_ Sin embargo…
_ Sí, muy prolífico, pero nunca con la tranquilidad que a mi me hubiera gustado.

_ Pero se logrará algún día.
_ No sé… da la impresión de que yo no lo voy a lograr. No tengo al estado que me banque y nunca me fue tan bien como para poder vivir tranquilo.

_ ¿Tantos libros publicados no dan tranquilidad monetaria?
_ Lo de publicar es por dos motivos: a muchos editores les gustan mis relatos. Y a algunos de mis libros les fue muy bien, moderadamente bien. Pero no me dio la tranquilidad que quisiera. Fue difícil cobrar. No sé por qué. Son long sellers.

_ Igual, has dicho en más de una oportunidad que es más elogioso no tanta venta sino la traducción que se ha hecho de tus obras.
_ La traducción es la muestra de interés por parte de alguien que no conoce ni a tu país ni a vos, es la muestra de interés suprema. Lo que le interesa realmente es el texto.

_ No obstante, el reconocimiento del público no es para subestimar.
_ Sí, por supuesto, es fundamental. El editor siempre se la puede arreglar con otro libro, no es una gran pérdida una obra que fracasa. Pero para el escritor el libro es su único medio. El editor puede perder muchas guerras, el escritor muy pocas.

_ ¿Te ha tocado perder guerras?
_ Yo vengo haciendo algo que en la guerra es muy difícil de logar: empatar. Es lo que se dice, desde el punto de vista militar, de las guerrillas: no ganan pero no pierden.

_ Se mantienen.
_ Yo que estaba en desacuerdo con la guerrilla, soy un guerrillero de la literatura.

_ ¿Y por qué el empate?
_ No puedo vivir tranquilo, pero sobrevivo. Hace muchos años sobrevivo, mucho mejor de lo que siempre creí. Ahora presento Tres Mosqueteros en Norteamérica, nunca lo hubiera imaginado. El 2 de noviembre en la Universidad de Berkley. Lo van a editar en tapa dura, con una edición para la prensa y hace mucho que está anunciado en internet. No hablo inglés, hay traductores simultáneos. Ya estoy apalabrado. No es la primera vez, estuve en Corea. Y te imaginarás que no hablé en coreano.

SIN MÁXIMAS
_ En tus 10 consejos para escritores, decís que la escritura no te debe hacer sufrir. Y yo recordaba el film Yepetto, en donde el escritor maduro –interpretado por Ulises Dumont- le dice al principiante todo lo contrario, que hay que parir cada palabra.
_ Si sufrís escribiendo, no lo digas. Puede pasar que algo te desgarre. Pero no digas nada, ¿para qué? ¿Para qué vas a estar exhibiendo tu sufrimiento? Hay que escribir tus alegrías, a medias, pero el sufrimiento no. A medias, para no molestar, pero el sufrimiento no hay que escribirlo.

_Abelardo Castillo, siguiendo con esta idea, dice que el esfuerzo, la pasión, no garantiza nada. Que uno puede escribir con mucho esfuerzo y pasión y lo que salga de ahí puede ser tranquilamente un bodrio.
_ Estoy totalmente de acuerdo

_ Y entonces, ¿dónde está la clave?
_ No hay clave. Hay escritores que han escrito sólo una novela que vale la pena, y otros, como Fontanarrosa, que sabés que en cada cosa que vas a leer la vas pasar bien. No hay ningún truco que uno pueda realizar. Hay dos cosas que nunca fallan: una es leer. La otra es corregir. Son algunas de las pocas cosas que puedo recomendar: leer y corregir. Siempre siento que no corregí suficiente. Generalmente reduzco, saco cosas que están de más. No confío nunca en lo primero que escribí, sería como llevarme algo a la boca sin saber qué es.

_ No obstante, otra cosa que dice Castillo es no creer nunca en las máximas de los escritores.
_ Tiene razón.

_ Por lo tanto, tus consejos serían relativos...
_ Son una humorada. No son verdades absolutas, son verdades de casualidad. Son verdades que a veces son verdad. Yo sumaría una que te la doy como primicia: 10 consejos para lectores. 1) No te identifiques conmigo. No sé las otras, pero ya tenés la primera.

_ Y eso, ¿para que el lector no se desilusione?
_ Primero, porque no le va a servir para nada. Si hay una persona inconsistente soy yo. Dos, porque la literatura es para singularizarte, para ser distinto, no para parecerte a nadie.

CREAR HISTORIAS
_ Baudalaire decía que para escribir hay que pensar historias en todos lados: en el baño, en la cocina, en la cama.
_ No, eso no es voluntario. Ojalá uno pudiera elegir en qué pensar. Si eligiera en qué pensar, no existiría el amor. Uno apenas si logra manejar sus pensamientos, a duras penas sus acciones. Si uno pudiera elegir en qué pensar, nunca te enamorarías de ninguna mina. Enamorarte es pensar una mina contra tu voluntad.

_ Entonces, no hay elección a la hora de pensar tus historias.
_ Tengo que estar medio distraído para que se me ocurra una historia.

_ Pero si tenemos en cuenta tu rutina, la rutina no distrae.
_ Sí, porque voy a corregir un artículo, no a buscar una historia. La rutina es para corregir; pero para que se te ocurra algo, en cualquier momento puede pasar.

_ ¿Y te deja contento lo que escribís?
_ Mucho. Últimamente sí. Me deja contentos. Desde hace un par de años.

_ William Faulkner, bajo esta misma idea del escritor sufrido, decía no hay que estar contento nunca con lo que uno escribe.
_ Yo creo que decían que nunca había que estar contento con nada. Yo pienso que hay que vivir.

_ Y en ese vivir, lo biográfico se mete. ¿Cuánto hay, por ejemplo, en Historias de hombres casados?
_ El punto de vista de personaje es el mío, las cosas que pasan no. Es eso: el punto de vista. Me divierte mi punto de vista. Me parece divertido. No es que no me puedo desprender: lo elijo. Hay distintas cosas de mi vida real que las uso para inventar historias. Vivir en el barrio de 11 lo uso. Pero hay otras cosas que no: cómo me visto, por ejemplo. No tiene nada de interesante. Si pago mis impuestos no me parece interesante.

ENTRETENER ES LA PREMISA
_ Pablo De Santis, otro consagrado de tu generación, dice que sólo entiende su literatura como entretenimiento. Los clásicos, como ya hemos charlado, difícilmente hayan pensado así. Ustedes lograron sacarse un gran peso de encima.
_ Sí, pero ellos siguen sin entenderlo. Para mí la literatura tiene que ser entretenida por una sencilla razón: nadie está seguro de ser profundo, pero sí conocés lo que puede ser entretenido. Y no vas a dejar de ser profundo porque seas entretenido, pero sí vas a dejar de ser entretenido si pretendés ser profundo. Y si tenés la desgracia de no ser profundo y tampoco ser entretenido, sos una maldición. Por eso hay que ser entretenido.

_ Es la premisa.
_ Exactamente. Después viene lo otro. Hay algo que yo quiero: vivir tranquilo. Yo quiero vivir tranquilo. La ‘vida’ de escritor me importa muy poco.

_ En ‘Me gustaba más cuando era hijo’, decís que estabas muy contento de haber traído dos nuevas vidas al mundo, pero que te gustaría encontrar de nuevo tu vida, ¿la encontraste?
_No, no. Cuando sean adultos y no tengan problemas.

_ Mientras tanto…
_ Voy a vivir desdoblado…

RECUADRO
_ En Ver para leer, le contás a Juan Sasturain que cuando él te regaló los Nueve cuentos de Salinger, a tus 19 años, te cambió el punto de vista sobre la literatura. ¿Cuál era tu punto de vista antes y cuál ahora?
_ Previo a eso era Cortazar, Benedetti, Gelman, literatura latinoamericana y preferentemente, de autores de izquierda. Después, policial, Borges, todo eso fue para mi Sasturain. Fue un cambio rotundo, se me abrió el mundo. Antes sólo leía cosas que estuvieran de acuerdo conmigo. Y de ahí pasé a leer lo bueno.

_ ¿Renegás de lo anterior?
_ No, para nada. Me sigue gustando mucho Cortazar, Gelman, me sigue gustando Silvio Rodríguez. Casi todo lo que me gustaba antes me sigo gustando, pero no coincido ideológicamente.

RECUADRO
“Me tiene algo cansado lo de escritor prolífico. Ojala resaltaran otras virtudes, pero bueno, la verdad es que les doy motivos”.

RECUADRO
“Yo nunca sentí el peso de los grandes autores argentinos. Cuando viajo por Latinoamérica y me hablan de Borges, para mi Borges es profundo como el fondo de la tierra y leve como una pluma. Borges no me representa ningún peso, es muy estimulante. Borges es una bendición, nunca un problema”.

RECUDRO
EL INCORRECTO BIRMAJER
“Desde los 19 años estoy en contra de la lucha armada en Argentina. Me parece un disparate. Si no hubieran existido esos grupos guerrilleros, la posibilidad de una Argentina más justa hubiera sido más factible”.

_ Por ende, la figura de Ernesto Guevara no te cae simpática.
_ Todo lo contrario. Me parece una figura reaccionaria. Era un hombre que perseguía a los homosexuales, que realizó campos de reclusión en Cuba para estos, de confinamiento. No de concentración, porque no los mataban, pero sí de confinamiento. Estaban presos y los obligaban a trabajar. Y eso a mi me parece de la derecha más recalcitrante y violenta. Y después eso del tableteo de las ametralladoras, ‘uno, dos, tres Vietnam’. Hay que buscar salud, educación, vida… Yo reconozco que la lucha de Vietnam era una lucha justa, pero eso no lo podés reproducir alegremente y por cualquier lado. ‘El sonido luctuoso de las ametralladoras…’ Y no es que la época te obligaba a pensar así. En esa misma época había gente como Sábato que estaba en contra de la lucha armada, y no era un infeliz. Y había peronistas, radicales, socialistas que estaban en contra de la lucha armada. No es que la época te metía eso en la neurona. El Che Guevara me parece una figura nefasta: un pequeño burgués que se sentía culpable de sus raíces, que estaba más dispuesto a matar que a buscar una salida sólida a las crisis económicas y a la pobreza. En vez de invadir Bolivia, debería haber buscado la libertad en Cuba sin matar a nadie. Esa era una causa noble e incruenta. A mi me parece que les gustaba más matar que lograr la justicia y la paz.

_ Y esas ideas, dentro de tu círculo, no deben ser muy consensuadas.
_ No, estoy más solo que un marinero en Bolivia…

RECUADRO
VER BIRMAJER
Ya perdió la cuenta de la cantidad de libros publicados. Superan los 30 entre novelas y cuentos, algunos para adultos y otros para público juvenil. También fue co guionista de El abrazo partido, de Daniel Burman.
Entre su obra, se destacan su novela Un crimen secundario, que va por 21 edición, con más de 100 mil ejemplares vendidos. También Tras Mosqueteros y la saga de las Historias de Hombres. Algunos de sus libros han sido traducidas al francés, italiano, portugués, lituano, rumano y coreano.