miércoles, 29 de julio de 2009

Carlos Vicente

“Hay que organizar el espacio progresista en Córdoba”

Se constituyó en el tercer hombre en cuestión de la ciudad, terminó su relación con Luís Juez y aspira a ser parte de un nuevo espacio progresista en Córdoba.
El vice intendente Carlos Vicente explica cómo organizar el personal municipal y la ciudad y deja en claro su vinculación con Martín Sabatella.

“Esta semana parece que hubieran sido dos”, dicen Carlos Vicente, segundo de Daniel Giacomino, distanciado de éste pero no tanto. Agotado por los días que acaban de pasar, dos hechos no le permitieron dormir en los últimos días: el conflicto con el SUOEM y su quiebre definitivo con su ex jefe, Luís Juez.
Vicente, rara mezcla de imagen de intelectual francés con su polera negra pasada de moda más su estirpe de jugador de básquet de los 80’, en el último año fue un equilibrista en la relación sin vueltas entre Juez y Giacomino, a la que define como una pelea personal y no política.
Ahora con propio bloque en el Consejo Deliberante que preside, se sitúa a la izquierda del intendente y su antecesor y mira hacia Buenos Aires: Martín Sabatella y Pino Solanas –grandes ganadores de la última elección- son los referentes a partir de los cuales intentarán rearmar el antiguo frente transversal que, en los inicios de la era K en 2003, avizoraba como una opción de poder frente al histórico bipartidismo.

LOS EMPLEADOS
_ Pasó el conflicto, pero no hay una política de gobierno en relación a los empleados municipales.
_ Claro que no hay. Esa es la gran discusión y yo voy a ir ahora a la carga de nuevo con este tema. Hay un sector que está calificado, que gana buena plata, que quiere hacer carrera, capacitarse, lograr categoría y ascensos. Les interesa ganar más plata, la prolongación de jornada, pero no se identifica con Daniele, que le habla a otro sector de los trabajadores.

_ Y cómo se le pone orden a la ineficiencia del municipio. Lo que menos le perdona la sociedad a los empleados municipales no es tanto los reclamos, sino que cuando tienen que trabajar lo hacer en forma ineficiente con sueldos que anhelaría cualquier ciudadano. Es una percepción de la sociedad.
_ Es una percepción de la sociedad. Hay varias partes que no funcionan bien pero hay otras partes que funcionan muy bien. Yo tengo como propuesta hacer lo que está haciendo el gobierno de la ciudad de Santa Fe desde 2007, en donde están aplicando un programa de reforma administrativa. Es empezar de 0, empezar a discutir dirección por dirección, ver cuál es el plan, cuántos empleados necesita, qué tipo de jefatura necesitás, qué tipo de calificación del personal, si necesitás profesionales o mano de obra especializada o no. Cada secretaria debería hacer un plan. A esto le falta una racionalidad técnica desde hace muchos años. Hay que empezar de 0 y hay que hacer un acuerdo con el sindicato.

_ ¿Hay posibilidad?
_ Es la discusión que hay que plantear.
_ ¿Es la discusión que se viene?
_ Es lo que pretendo, lo vengo hablando hace mucho tiempo. Estamos discutiendo las horas extras como si fuera la discusión de fondo. Hay lugares, como el Consejo, el cementerio, donde sí o sí se necesitas las horas extras. Es muy complicado. Todo tiene una forma de resolverse, pero habrá que verlo en cada sección. Una de las propuestas que más hablábamos, y lo hablamos con vos en la campaña, era de la desconcentración operativa. Nosotros no estamos para discutir la situación institucional de Honduras, estamos para resolver los problemas de alumbrado, de las calles, que haya dispensarios. Mientras más te metes en la periferia de la ciudad, más problemas sociales hay, y muy urgentes. Y estar ahí es fundamental.

_Y cómo prefigura de ahora en más la relación con el gremio.
_ Podés sobrevivir o podes negociar e instalar los problemas en la opinión publica. Las políticas de gobierno son políticas de gobierno, no se discuten, pero necesitamos capacidad de consenso, hay que tratar de consensuar, lo que no quiere decir que vas a consensuar con todos. Lo que hay que hacer es un programa del reordenamiento de la función pública. Se trata de reconvertir lo que el empleado hace, y por eso su participación es esencial.

_ Otra variable es la vinculación política del gremio. Pensando que Daniele responde a Juez, hoy lejos de usted y de giacomino
_ Tiene que ver. Daniele tiene una intervención muy fuerte en la CGT, y por esa vía tiene relación con el kirchnerismo. Las internas políticas siempre se cruzan, siempre. No es imposible, si ponés una política pública por delante y la sabés instalar en la opinión pública, hablando con todos los actores. No desconozco las internas, pero sí creo, si buscas un marco, podés discutir. Las internas y la degradación de las internas son un problema cuando estás encerrado en un frasco. Si vos tenes actuación pública, esas internas no infieren, la sociedad ya tiene anticuerpos para eso. Hay mucha información y no es tan fácil hacer pasar cualquier cosa.

EL CONCEJO
_ ¿Hay interés por parte de la sociedad de lo que hace el Consejo?
_ Habilitamos la Oficina de Acceso a la Información Pública que tiene una cantidad de consultas que nos llama la atención, muchos son periodistas que reproducen la información. Eso nos llamó la atención. La página web tiene mucho uso, mucho empleo. Lo más importante son las audiencias públicas, en donde la gente va, propone, cuestiona, critica. Y en las reuniones de comisiones siempre van los sectores involucrados a hablar, a protestar. Hay mucha gente que participa, pero es un proceso. No obstante, de acuerdo a las expectativas, ha funcionado. Tenemos más de 4 mil organizaciones registradas con quienes tenemos contacto y los informamos de lo que hacemos.

_ Pese a la idea general, en Córdoba hay un sector social organizado.
_ Los centros vecinales lo han tomado y van mucho. El mundo de oeneges también. Lo que son las fundaciones vinculadas a empresas igual. Menos el mundo sindical y el estudiantil. Todas las partes se tienen que acostumbrar a jugar este juego. El trabajo legislativo no es un problema de los legisladores, ese es un estereotipo que tiene que ver con la democracia liberal clásica del Siglo XIX, eso no camina más. La participación ciudadana no es para que participen 1 millón y medio de ciudadanos, para eso están las elecciones. Esto viene de la democracia de la primera época de la revolución norteamericana, instalado en una sociedad compleja del Tercer Mundo. Y esa interacción es lo que ayuda, sirve para construir ciudadanía, esto va a introducir una modificación cultural dentro de 10 años.

_ Frente a este intento, el funcionamiento del Municipio pareciera ser un contrapeso.
_ Se ha perdido mucho tiempo con esta tensión interna. La tensión interna ha afectado seriamente todo el funcionamiento. En la gestión anterior hubo más voluntad de estar abierto a lo que opinara la ciudadanía.

_ ¿Giacomino está cerrado?
_ No sé si él solo, también sus funcionarios. Están muy a la defensiva, pareciera que están siendo atacados por alguien. Y cuando estás así te cerrás completamente. Y la democracia no es eso, la democracia tiene que ser algo abierto.

_ Y la democracia es también saber forma equipos. ¿Por qué en la Municipalidad eso no pasa? Se elije a un viceintendente a dedo –eso lo reconoció Giacomino- y, más aún, se maneja todo en un círculo ínfimo.
_ Es lo que se tendría que haber hecho. Sino formas equipo, cómo lo hacés funcionar. Por más que traigas unos genios, hay que meterse en otra dinámica, con mayor proximidad con los vecinos. Hay que ir a explicar al barrio que no tenés plata para asfaltar. La gente no aplaude si hacemos eso, pero reconocen la explicación: no hay guita. Cuando vas y hablás y discutís, la gente lo entiende.


EL QUIEBRE
_ Volvamos a la campaña y a las palabras que usted más repitió: consenso y diálogo. Hoy, la lista de concejales más votada se ha dispersado en tres. Pareciera que ese consenso y diálogo no funcionó.
_ Hay varias partes. En cuanto a políticas de consenso y diálogo avanzamos, porque la aprobación de las ordenanzas principales fueron con 2/3 del Concejo, involucró a por lo menos tres bloques: revalúo, CRESE, Presupuesto Participativo y Juntas de participación vecinal, que son las cosas más complejas. El revalúo no se animó a hacerlo nadie. Córdoba tiene una estructura regresiva que viene de años.

_ Juez debería haberlo hecho, fue intendente durante el mayor crecimiento económico del país.
_ Pero los anteriores también lo tendrían que haber hecho. Pero logramos consenso con un tema muy sensible, en donde los medios te hacen la contra. Instalamos el problema, tuvimos diálogo. Si lo hicimos lo podemos seguir haciendo, porque iba más allá del bloque del Frente Cívico. Ahora voy al bloque del Frente Cívico. El bloque expresaba la diversidad del Frente y es donde se construyó un mecanismo participativo. Y todas las políticas se abordaron por consenso. Los 16 trabajaron así, en la diversidad. La primera ruptura, de los que están con Giacomino, fue muy dialogada. Había una enorme voluntad de debate y diálogo. Pero enterarse por los diarios que habían cambiado el presidente te genera cosas. Y ahí viene la segunda ruptura. El bloque era uno de los escasos espacios del Frente en donde funcionaba el dialogo y la democracia y se usó un mecanismo de tipo antidemocrático.

_ ¿Lo sorprendió Juez? El personalismo lo viene expresando desde 2003.
_ No sé si tanto. Una cosa es una fuerza política emergente que está en proceso de construcción y que instaló una idea de renovación, de política, de ideas. Un caso es cuando estás emergiendo, pero en el tiempo tienen que aparecer algunas formas de organización democrática. Ese era, o es, el desafió, de una fuerza que se plantea como alternativa al bipartidimo. Sino las cumple, entra en una situación compleja.

_ La situación ya es compleja: Juez se enemistó con todas sus segundas líneas.
_ Sí, tengo conciencia de eso. Hay gente que dice que debemos ser democráticos. La disputa Juez - Giacomino, que fue más personal que política, hirió en el gobierno y mucho más en el espacio político. Primero traté de ser mediador, pero cuando me di cuenta que de política la pelea tenía poco y era más si somos amigo o no, plantee que hacía falta organizar el espacio. Estuve 1 año y medio organizando dos ideas simples y fundamentales: que se creara una mesa con los 30 o 40 dirigentes más representativos y un congreso de la militancia para discutir los ejes de un proyecto político, que era una experiencia que había hecho Binner en Santa Fe, en donde articulaba la dirigencia política con la dirigencia social a través de ejes temáticos. Y así discutían, por ejemplo, la lechería. Y llegaron al gobierno sabiendo lo que tenían que hacer. Además, es algo elemental. Era empezar con lo más simple.

_ ¿Y?
_ No pasó nada… No me dieron bola. Por eso priorizo otra cosa.

CHAU JUEZ, HOLA PROGRE
_ ¿La designación de Nostrala en el bloque fue una revancha por su negación a la candidatura a diputado?
_ Si es así, es un error gravísimo, no es forma de actuar en política. Nosotros hicimos un esfuerzo por organizar con criterio político el partido. No nos hicieron caso, y ahora nos queda organizar con ese criterio el espacio progresista.

_ ¿Dentro del Frente Cívico?
_ Yo creo que hay que organizar el espacio progresista con la gente que está en el Frente, con los muchos que creyeron y que hoy tienen una decepción o crítica y con gente que no está y fue siempre crítica. Lo que yo intento es construir política, y para eso hay que organizarse con un sentido democrático. Es central pensar en un sistema democrático de partidos que aún no se logra generar de nuevo. Pero sí creo que hay señales. La elecciones de Sabatella y Solanas son ejemplo de esto, en donde gente con propuesta y con ideas puede construir un espacio, porque hay alguien que escucha. Sacaron un millón y medio de votos entre los dos. El Frente Cívico tenía que ver con Solanas y Sabattela, no con Carrió, la Coalición Cívica, la UCR. ¿Qué tienen que ver eso?

_ ¿Este espacio progresista que plantea puede ser liderado por Juez?
_ Te voy a decir una cosa: yo nunca hice política en función de las personas. Ni de los otros ni mía, ni creo en proyectos políticos personales, ni de los otros ni míos. El gran tema pendiente después de 2001 es crear un nuevo sistema de partidos que exprese el pensamiento de la sociedad. Y al no existir este sistema tenemos este mosaico, donde nadie puede explicar a quien expresa De Narváez, qué es De Narváez: un candidato creado, ¿se puede gobernar con eso?

_ ¿Y se puede gobernar con la heterogeneidad del Frente Cívico?
_ Yo creo que se puede, es buena la pluralidad, pero el tema es que además tengas organización y debate político. Un ejemplo: el Frente Amplio uruguayo fue fundado por 15 organizaciones y siempre han tenido una gran diversidad –desde demócrata cristianos hasta anarquistas y tupamaros- pero también una estructura democrática. Tienen una cultura política distinta.

_ Está bien, pero en Argentina, la experiencia de la Alianza da la pauta de lo que pasa con ciertas heterogeneidades.
_ Si, estoy en contra de unir por unir. La unidad como concepto vacío no tiene ningún sentido. Por eso digo que tiene que haber una política, una organización y un proyecto que funcione democráticamente.

_ Bien, con todo esto, ¿van a seguir adentro del Frente Cívico?
_ El Frente no tiene organicidad, y ése es el problema. Habrá que resolver esto, es el desafío que tiene. Yo ya no tomó esa tarea, ya lo hicimos. Es un espacio que no tiene fronteras, y por eso es muy difícil saber si estás adentro o afuera. Eso es lo que hay que discutir. Hay temas que van más allá del lo que pasó en el Concejo. Hice una propuesta sobre las retensiones y yo no puedo aparecer al lado de la Sociedad Rural, no tengo nada que ver ni voy a tener nada que ver en mi vida con esos tipos. Yo a estas cosas las he dicho, pero aún espero la discusión.

LA REPÚBLICA PERDIDA
_ ¿Están pensando en la reedición de aquella transversalidad de 2003, ahora sin Kirchner?
_ Hay una posibilidad, a partir de diciembre vamos a tener un interbloque en Diputados en donde estará la CTA, Proyecto Sur, Nuevo Encuentro, el SI, hay que ver qué hace el socialismo. Hay tenés una posibilidad con un peso muy grande, por la importancia que va a tener el Congreso en este tiempo. Y vamos a salir de la lógica falsa ente oficialismo y oposición, de defender cualquier política u oponerse a todo lo que venga del gobierno. Puede ser una enorme posibilidad y hay que tratar de sintonizar.

_ ¿Y se imagina este espacio confluyendo nuevamente dentro del kirchnerismo? Sopbre todo si se tiene en cuenta que para el 2011 no tiene posibilidades de posicionar a un candidato.
_ No sé si se puede confluir. Pero si vos lo mirabas a Kirchner en el 2002, cuando me lo presentaron a mi, y me dijeron que iba a ser candidato, era como pensar si el presidente del Centro Vecinal de Bella Vista quisiera ser presidente de la Nación. Yo no descarto nada por la fragilidad que hay en las organizaciones políticas, que es lo que hay que resolver.

_Hubo dos gestos: Cristina situando a Sabatella y Solanas como aliados en Diputados y el único llamado que hizo Kirchner después de las elecciones a sus oponentes, que fue a Sabatella. ¿Qué significan?
_ Creo que el kirchnerismo no está en condiciones de convocar, hoy no es creíble que pueda conformar un arco de centro izquierda. Ellos hicieron una opción: meterse en el PJ. Lo digo con respeto, pero me parece que es muy difícil, para el kirchnerismo y por los pasos que dieron. Ellos van a tratar de asegurar la gobernabilidad. Entraron en una lógica de la que es muy difícil salir: se metieron en el PJ. Tuvieron la oportunidad y hubiera sido un golazo de media cancha: en el 2005 cuando ganaron Buenos Aires a todos estos tipos con lo que ahora están juntos. Ahí tuvieron la chance de ser el elemento aglutinador. Ya no. Lo que sí espero es que terminen con un gobierno distinto, que abran al diálogo. Y en ese marco sí tiene sentido que exista una propuesta de ideas en el Congreso como la que va a existir desde diciembre.

RECUADRO
AQUELLA IMAGEN
“Veníamos de una foto: Binner, Ibarra, Sabatella, Juez, Lisfit –intendente de Rosario-. Y junto a muchas de las cosas que había hecho Kirchner: Corte Suprema –lo más importante que va a quedar- Derechos Humanos, política latinoamericana, en eso estábamos. Y aparecemos ahora con la Carrió, Coalición Cívica, la UCR. Una fuerza política que surge para cuestionar al bipartidismo y terminamos con la UCR, no puede resultar intrascendente estar sentado con De Narváez o con la Mesa de Enlace. Y una fuerza política tiene que dar un gran debate sobre esto”.


RWECUADRO
SUPERANSO EL FRENTE
“Vamos a organizar el espacio progresista con los que están, con los críticos y con los que nunca estuvieron en el Frente. Compará el espacio progresista nuestro con Uruguay, con Brasil y Chile, y es evidente que estos, que lo hicieron en torno a propuestas, ideas y organizaciones políticas, avanzaron. Nosotros no lo hicimos y no avanzamos. Vamos a poner nuestro esfuerzo en un espacio progresista”.


RECUADRO
_ Tras el conflicto, Giacomino dijo que comenzaba una nueva historia en la ciudad. ¿Cuál es la historia que usted imagina para la ciudad, los aspectos principales?
_ Por un lado tenemos que tratar de resolver el equilibrio presupuestario que nos permita llevar adelante cualquier política pública. Sin eso es imposible. Para eso hay que construir consenso amplio. Igual para llevar adelante una política de reordenación administrativa del municipio. En esta crisis vamos a tener que resolver el problema social, de la educación, de la salud. Hay un crecimiento notable de la pobreza y hay que derivar recursos para ese lado. Y en una política de descentralización para potenciar la participación ciudadana. Eso es lo más inmediato. Creo que al mismo tiempo tenemos los primeros pasos dados en el Plan Director, si es este tiempo se logra establecer como base de planificación urbana, es un paso grande, es algo que no se con facilidad, pero que tienen un impacto muy grande en la vida de la gente. Hoy estamos sufriendo en la red vial y en la red de transporte porque tenemos tres veces la cantidad de cuadras que Rosario y con la misma población.

RECUADRO
LOS PRESIDENTES DE LA DEMOCRACIA, ORDENADOS DE MAYOR A MENOR POR VICENTE
1. Kirchner
2. Alfonsín
3. Cristina
4. Duhalde
- De la Rua y Menem.

RECUADRO
LOS INTENDENTES DE LA DEMOCRACIA, ORDENADOS DE MAYOR A MENOR POR VICENTE
1. Juez
2. Giacomino
3. Martí
4. Mestre
- Kammerath

viernes, 15 de mayo de 2009

MALVINA Y HECTOR TOSCO

Los hijos de la rebeldía

Los gestos, las palabras, las miradas y los gringos de Coronel Moldes. Todo vive en ellos.
Malvina y Héctor Tosco y el recuerdo, a 40 años del Cordobazo, de Agustín, el líder político y sindical más respetado y admirado de la Córdoba del Siglo XX.

Cuando mayo se acerque a su final inevitable, se cumplirán exactas 4 décadas de la última y más grande revuelta popular que registre Córdoba y Argentina: el Cordobazo. Revuelta en la que se abrazaron, como nunca antes ni nunca después, los trabajadores y los estudiantes de aquella urbe que hervía por el cambio.
Revuelta que puso en jaque, como nunca antes y ni nunca después, a un dictador de figuritas, que amenazaba quedarse en el poder 40 años y no llegó ni a los 4.
Revuelta en donde el pueblo todo fue protagonista, pero que tuvo un líder indiscutible, intachable, referente ineludible del compromiso político y de la decencia como parte de sus convicciones más profundas y radicalizadas. Agustín Tosco, el gringo de Coronel Moldes, el Secretario General de Luz y Fuerza, el valor político e intelectual hecho dirigente sindical. Agustín Tosco. El hijo del pueblo.

A 40 años de aquella gesta de sesgo libertario y emancipador que alcanzó trascendencia internacional, Malvina y Héctor Tosco, aquellos pequeños hijos de la rebeldía, hoy mujer y hombre del apellido más valeroso que hay que ver, recuerdan al gran hombre que fue parte de todos los hombres y mujeres de la Córdoba rebelde.

HIJOS DE LA HISTORIA
Cruzar la historia a la vuelta de la esquina no es sencillo. Cuando uno la busca, la historia se ha escapado hace años, sin dejarse ver ni tocar y a uno no le queda más que deducir sobre ella. Pero sí es posible, en ciertas ocasiones, chocarse de frente con los hijos de la historia y reconocer en ellos los rasgos de aquel pasado.
Malvina y Héctor Tosco se llevan entre sí sólo 3 años y ambos viven la cuarta década de vida, la misma de Agustín al momento de su muerte. Esa proximidad permite encontrar en ellos, sus hijos, los rasgos físicos del gran líder obrero, que también se repite en sus nietos, gringos como el abuelo.

“Lo respetan mucho. Él está instalado en la gente” dice Malvina hablando de su padre, y agrega: “Y los más viejos lloran”, se sincera. Que los viejos, cuando la cruzan, lloran por el recuerdo de aquel gran hombre. Y marca una raya, una línea: Tosco fue un líder sindical, de lecturas y espíritu revolucionario, un gringo fuerte que parecía imbatible como orador y luchador. Pero Tosco, hay que decirlo, hace llorar. Aún hoy.

“Es una situación muy difícil cuando alguien ser acuerda de él al frente mío y llora, yo nos sé qué hacer, cómo contener sus lágrimas. Y yo tengo que explicar que soy sólo la hija, que el mérito era de él, que yo sólo tengo el honor de su hija”. El honor. No es poco.
En Héctor, el cruce de recuerdos es más fuerte. Tiene un año menos que su padre cuando éste falleció y es ahora cuando ambas vidas se cruzan más: “Me paran los viejos y se dan cuenta enseguida que soy el hijo de Tosco. Tengo 44 años, y mi papá tenía 45 cuando se muere, por eso el parecido es más ahora”, dice. Y también siente honor de ciertas similitudes.

Malvina es periodista, pero nunca ejerció. Desde hace años es empleada en la Municipalidad de Córdoba. Y gusta de cultivar perfil bajo. Después tendrá explicaciones. Héctor, por designio familiar o lo que fuese, trabaja en Epec desde que volvió la democracia. En algún punto, recuperó el espacio que a su padre le robaron, justamente, por la ausencia de democracia, aún bajo una democracia formal. “Dentro de la empresa –reconoce- he vivido cosas muy interesantes. Cuando entré estaban todos sus ex compañeros, que me trasladaron muchísimo afecto. Eran muy afectuosos, siempre alguien se acercaba y me contaba historias de mi papá, siempre”.

Los recuerdos. Que a veces hacen bien.

EL CORDOBAZO EN SUS HIJOS
Héctor y Malvina, nacidos en 1964 y 1961 respectivamente, siempre fueron niños para Agustín. Pero de algún modo u otro, ante la ausencia del padre, tuvieron que apurar ciertos trámites. Y crecer sin él, bajo el ala guardián de la madre que aguantó estoica y orgullosa el rol que el padre de sus hijos había asumido.
Los niños, decíamos, debieron apurar los trámites de la infancia. Y allí es donde se entrecruzan recuerdos que los infantes de entonces difícilmente guarden. Se entiende, no todos tenían un padre liderando una gesta libertaria: “Las personas protestaban por la libertad, no sólo por mejores salarios –intenta explicar Malvina sobre lo ocurrido en 1969- El motivo era más profundo y más amplio, y se desbordó. La revuelta popular se produce por sí misma, pero Tosco era una persona pacifica, no era violenta. Si escuchás sus discursos, no ves que él incite a la violencia, pero sí busca trasformaciones”, sigue, e insiste: “Yo tengo todos esos recuerdos. Tengo la imagen de mi madre muy preocupada, de no saber a dónde estaba él cuando pasó todo, pero estábamos muy contenidos por ella, ella nos explicaba lo que él hacía, y a pesar de todo el sufrimiento, ella compartía todos los anhelos que él tenía”.

“Es muy enigmático –dice Héctor- Yo tenía casi 5, pero me acuerdo, me acuerdo. Son imágenes; me acuerdo del nerviosismo adentro de mi casa, me acuerdo de un vecino que trabajaba en Fiat y que tenía conmigo una afinidad especial por su relación con mi papá. Y el día del Cordobazo este vecino me llevó a la Ruta 20, por donde había pasado la gente de la IME. Habían saqueado el BIBA –Banco del Interior y Buenos Aires-, que estaba al frente de la panadería Corradini. La gente había ingresado en el banco, había sacado todo a la calle y con la leña de la panadería habían prendido fuego todo, era una barricada gigantesca. Aún hoy siento como si anduviera por ahí”, explica Héctor.

Los recuerdos. Recuerdos de llamas. Y un infierno que, sin saber ni presumir, vendría después.

LA ÚLTIMA VEZ
Después del Cordobazo, con Agustín perseguido y encarcelado en forma permanente, comenzaron los viajes por el país, visitando las cárceles donde el poder llevara al lider de Luz y Fuerza para esconderlo del pueblo. Del pueblo que lo había hecho su hijo. La Pampa, el traslado a Trelew, la imposibilidad de acceder a verlo, los regalos frustrados para el Día del Padre que nunca llegaron, los trajes azules de los presos, aquel colectivo lleno de gente que viajaba hacia el Sur para ver a sus mártires, muchos de ellos fusilados poco tiempo después. Los recuerdos. Los recuerdos que a veces hacen mal.

_Héctor, ¿te sentías un niño con problemas por la situación de tu padre o seguías jugando como uno más?
H_ No, no, yo era el hijo de Robin Hood… Yo no tenía tanto miedo porque mi mamá me aclaraba todo.
M_ Yo tenía tres años más que él, y la diferencia en ese momento era grande. Nos diferencia, diría la presidenta, la cuestión de género. Y yo, quizás, era un poco más fría que él. Para mí siempre mi papá estaba en peligro, lo que suponía que podía pasarle algo. Siempre estaba preparada para eso, un poco por lo que nos decía mi madre, y otro porque fui a La Pampa, a Trelew, a Devoto, lo vi preso, vi cómo estaba y en qué condiciones. Mi madre me dijo en muchas oportunidades: “Al papá lo pueden matar”. Emocionalmente siento que estaba más preparada para lo que pasó. Aún así, si él no hubiera fallecido por enfermedad antes de la Dictadura, lo habrían matado después, porque él no quería irse del país. El quería continuar en su proyecto de país, no era sólo un representante de los trabajadores, él tenía un proyecto de país que vislumbraba para todos. Yo lo veía como un luchador, un luchador con convicciones, como un hombre que enfrenta lo que le pasa en pos de lo que desea tener. Que no arruga.
H_ A veces, sus compañeros del gremio me iban a buscar a la escuela y me pasaba toda la tarde con él en el gremio. El siempre estaba cuidado por sus compañeros, pero no era la figura del sindicalista con los guardaespaldas. Yo andaba metido en ese lío…
M_ Recuerdo las miles de recomendaciones de mamá cuando Héctor se iba con él, porque al final estaban los dos en peligro. En varias oportunidades ella se opuso a que Héctor fuera.
H_ La más triste es la última que se opone mi mamá. A mi papá no lo vimos por casi dos años antes de que muriera porque lo despiden del trabajo y Caballero, el interventor, lo empieza a perseguir para matarlo, y pasa a la clandestinidad. Lo dejamos de ver por un tiempo. Y mi abuelo materno era sereno de un boliche de Carlos Paz, Cartoon se llamaba, y una vez nos llegó un papelito que decía que mi papá nos quería ver ahí una noche. Había armado una logística para poder encontrarnos. Y mi mamá dijo que no, que no podíamos ir, que era muy peligroso. Dijo que no. Y después se muere.

Héctor es el hijo, aún, de Robin Hood. Héctor es, a veces, el niño que todos solemos volver a ser. Y que sueña con su padre haciendo justicia. Justicia.

M_ Pero tuvo que ser así. Nos podría haber pasado algo…

Los recuerdos. Los recuerdos.

H_ La muerte de mi papá me costó mucho asumirla, incluso hasta ahora. Me imagino un árbol al que le quiebran una rama y que ahí se le forma un nudo. El árbol soy yo, y donde falta la rama es la muerte de mi viejo. Yo me emociono cuando hablo de él y no lo puedo controlar. Para mi era una mentira que se hubiera muerto, siempre creí que iba a volver. Y después empecé a leer sus libros de la juventud y uno empieza a entender por qué fue cómo fue. Leyó José Ingenieros, Sócrates. El no fue un líder nato, él se construyó, su tiempo no lo malgastó. Y terminó siendo el líder que fue. Y el ideal de justicia lo tuvo desde chico, siempre armando equipos de personas, buscando la unidad. Conocerlo desde ahí me emociona más. Y me enorgullece. Él entregó todo. Nos entregó a nosotros. Me enorgullece mucho llevar su sangre.



SER TOSCO DESPUÉS DE TOSCO
“Para mí, mi padre fue mi padre, no es tan complicado –explica Malvina- Y mis hijos saben que su abuelo murió joven, que se murió porque no pudo ser atendido, que posiblemente pudiera estar vivo porque somos una familia muy longeva. Los chicos lo viven como una especie de héroe social. Ellos estudian el Cordobazo en la Escuela y Tosco no está ten lejos. Lo viven con orgullo” asegura, y agrega un dato: “Hoy mi hijo forma parte del Centro de Estudiantes del colegio. La directora –dice riendo- está un poco preocupada…”.

“Mis hijos –dice el varón-, por el apellido, tienen reconocimiento bastante seguido. Mi hijo más grande se llama Agustín, es arquero de fútbol y anda con la camiseta con el apellido en la espalda. En el 2005 fue el 30 aniversario de la muerte de mi papá, y en uno de los homenajes, leyendo una carta que me había mandado mi papá para mi cumpleaños, se largó a llorar. Tenía 10 años. Leyó la carta y estalló. Ellos hablan de su abuelo como si lo hubieran vivido”.

_ ¿No hay peso del apellido?
H_ No, nuestros hijos son más libres que nosotros. Por ahí uno hace cosas pensando en conservar su nombre, y quizás eso esté mal. Nuestros hijos en eso son más libres.
M_ En la Municipalidad, por llevar el mismo apellido, imaginaron que yo podría hacer lo mismo que hizo él. Y no, porque yo tengo toda la historia, que hoy la cuento con orgullo, pero que en su momento no fue así, tiene un dejo de tristeza, de dolor, de pena, de cosas que nunca pudimos hacer con él. El murió y vemos que a nivel político, en todos los estratos, las cosas están peores. Yo tomé otra postura, que es la de no intervenir. Algún día decidiré lo contrario. Pero sí les tuve que decir a algunos compañeros que yo los apoyaba, pero no conmigo primera. El puso todo de sí para otros, él fue el primero. Yo en cambio les digo que acompaño. Ahí sentí la carga del apellido. Todo el mundo me dice que qué raro que ni yo ni mi hermano estemos en el sindicalismo. Yo prioricé mi familia, mis hijos. Ni siquiera busqué ejercer el periodismo.
H_ La gente espera que ‘de tal palo tal astilla’. Y no es así. Mi papá tuvo dos ejes en su acción: las dictaduras militares y la burocracia sindical. Y ésta sigue hoy, están los ‘gordos’. Seguirlo a mi papá no es ser sindicalista, es vivir contra la burocracia sindical, lo que es muy complejo, porque el enemigo no se define claramente, los ‘gordos’ se confabularon con la Dictadura y en cambio ahora, hasta para mi viejo sería más complejo. En los gremios hay mucha gente que trabaja por el bienestar de todos, buscando lograr cosas para todos, y están mezclados con los otros. A mi me ocurre que muchas personas que lo reconocen están en espacios diferentes. Me han buscado para que esté en uno u otro espacio, y sé que si elijo me enfrento y me cuesta mucho. El liderazgo de él fue desde muy joven y no cualquiera está dispuesto a dar tanto esfuerzo. Yo en el trabajo he buscado bajar un mensaje unificador, ‘usando’ a mi viejo en ese sentido. He participado, y siempre al momento de concretar, aún con la ganas, sabía que si me metía en un lugar, quebraba otro. No sé si está bien, posiblemente haya otros caminos, pero es muy complejo, siento que se ponen en riesgo muchas cosas. Muchos me han dicho que no, que Agustín es Agustín y que yo soy yo. Pero no está tan separado. Eso me limitó.

_ Uno de los valores que se destaca de Tosco es que además de su militancia, seguía trabajando en sus tareas habituales. Y pensaba que ese valor, tan loable, para los hijos no debe ser tal, ya que ese tiempo era el que uno supone para los hijos ¿No hay reclamos por eso?
M_ Desde mi corazón de hija, sí, y ese debe ser uno de los motivos por lo cual no intervengo. Mi papá, en los momentos en que estaba conmigo, era muy cariñoso. Tengo sus imágenes de cuando se levantaba y hacía gimnasia al lado de la cama, escribiendo en su máquina, a la noche tratando de encontrar radios de Cuba en una radio a válvulas. Pero por otro lado, para mi es tan importante lo que hizo que lo personal pasa a ser menor. Y también fue muy valioso el rol de mi madre, no tuvimos traumas ni cosas inconclusas gracias a ella. Yo no tengo reclamos.
H_ La parte más importante es el sacrificio de él, no hay lugar para reclamar. Entre las cosas que entregó, hasta su propia vida, entregó la posibilidad de una familia, pero no se lo puedo reclamar. No hay lugar.

Las horas pasan como años y los recuerdos se acumulan ahí donde ya no queda lugar. “De la enfermedad de mi papá -dicen, en voz baja- nos fuimos enterando a través de mensajes, sabíamos que estaba mal, hasta que un día llegó la noticia”. Si hubo lágrimas, no lo sabremos. Hay recuerdos. Que hieren. Que agrandan al hijo del pueblo. Recuerdos. De aquél silencio de sepelio en Redes Cordobesas, de las multitudes llevando a su hijo más digno al último descanso, de la balacera en la necrópolis de Alberdi. La demostración de afecto más grande que haya vivido Córdoba. Y la más torpe cuando los asesinos se cruzaron en aquel momento final. Los recuerdos claros de aquél día borroso siguen siendo zumbados como moscas por las balas de un Estado asesino. Que de tan idiota, no supo que con ese final, el hijo del pueblo fue aún más hijo. Más pueblo.

EL PADRE COMO EJEMPLO
Cuando a fines de mayo la campana del calendario denuncie las 4 décadas pasadas, la revisión histórica en toda Córdoba y Argentina será inevitable. En unos días más, todos escucharemos hablar de aquella gesta y, muy posiblemente, de su proyección hasta nuestros días para dar como saldo el despreciable resultado de que aquellos hombres y mujeres, y aún más, las ideas que movían a aquellos hombres y mujeres, ya no están. O que, al menos, son minoría.

No obstante, mientras para dos personas de esta ciudad, Agustín Tosco, el gran líder rebelde de la Córdoba en el olvido, es “papá”, para millones, incluidos ellos dos, es el ejemplo inclaudicable que no se olvidará. Por los recuerdos que a veces hacen bien.RECUADRO
“Hay imágenes –recuerda Héctor- de cuando intervienen el gremio en el 74’ en las que entra Caballero a la sede de Luz y Fuerza, a las oficinas en donde trabajaba mi papá, y empiezan a mostrar que encontraban armas de guerra en los cajones. Y este tipo le decía a la cámaras: “Este el escritorio del Secretario General”, y saca unas granada. Yo jugaba ahí, de chico jugaba ahí y no podía creer lo que decían. Yo fui testigo de que todo era mentira; ahora me da risa, era tan ridículo lo que hacían. ¿Para qué iba a tener una granada de mano en el escritorio? Fuimos conducidos por gente tan torpe, tan bruta”.

RECUADRO
“Me molesta –dice Malvina- que rescaten entre los valores de Tosco el hecho de que fue honesto. Es un valor, pero debería ser el de todos. ¿Qué nos pasa como sociedad si decimos que Tosco fue un sindicalista honesto? Lo fue, pero todos debemos serlo. Y él, además de ser honesto, tenía una idea de país y luchaba por esa idea. Un país que pudiera decidir su propio futuro. El luchaba por los trabajadores de las manos callosas. Su mameluco es como una bandera”.

martes, 14 de abril de 2009

EL INTELECTUAL ORGÁNICO O DON EFRAIN

No debe existir, en nuestra provincia, intelectual más reconocido por la sociedad que el historiador Efraín Bischoff. Personaje que goza de una legitimidad social no acostumbrada en otros hombres de la cultura de la provincia, pareciera que el respeto ganado es a base del desconocimiento de su obra.
La figura del intelectual y la contraposición con la obra de Bischoff, ¿el memorioso?


Córdoba aún guarda entre sus muros coloniales la vieja costumbre del dogma indiscutible e intocable. Pese a que ciertas normas y valores fueron transformados mediante el protagonismo popular –las rebeliones de 1918 y de 1969, por caso-, en realidad, estos hechos parecieran ser sólo excepciones en tierras donde pocos ponen la realidad en tela de juicio, la verdad abierta a la crítica para que desnude la naturaleza de las cosas.
Precisamente, la idea de crítica ha generado rechazos históricamente. En concordancia con el perfil dogmático antes explicado, la noción del concepto ‘crítica’ se ha relacionado más a una actividad destructiva no argumentativa que a la real potencia deconstructiva intelectual de quien critica.

……………………………………………………………………… “Recién el 1 de junio, la ciudad emerge totalmente de su pesadilla”(1).
Interpretación sobre el Cordobazo.
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Por tanto, es válido recuperar a Immanuel Kant y su visión de ‘crítica’ como ‘conocimiento de algo’. Criticar algo es emprender la ardua tarea de conocerlo, la crítica es “algo constitutivo del intelectual –señala el filósofo José Pablo Feinmann- De modo que no puede existir un intelectual que no sea, en su primer movimiento, crítico en el sentido kantiano del concepto” (2), entendiendo que ‘conocer’ y ‘dar a conocer’ es lo opuesto de ‘ocultar’.
De esta manera, se desprende que la figura del intelectual crítico es la figura del intelectual libre, en contraposición al intelectual que integra una estructura estatal o una corporación política, denominado por Antonio Gramsci como intelectual orgánico o funcional. Éste queda, con frecuencia, sujeto a lo que se puede y a lo que no se puede decir. Su posibilidad de conocer, en cuanto crítica, queda erosionada frente a las necesidades de la estructura que lo contiene. El intelectual se transforma, sin más ni menos, en un operador estatal o político partidario, de acuerdo a su situación respecto del poder.

……………………………………………………………………… “Incendios de ómnibus y automóviles, comercios e instituciones bancarias, actos de vandalismo en una amplia zona de la ciudad, el centro y los barrios, robo de negocios, etc. Aquel movimiento se le dio en llamar el ‘Viborazo’”. (3)
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En ese mismo sentido se expresó el intelectual palestino Edward Said en su libro ‘Representaciones del intelectual’ (4), en donde señala que –independientemente de la singularidad artística o científica de sus obras– hay momentos cruciales en la vida de un país donde el intelectual tiene como función fundamental la critica de la sociedad que le ha tocado vivir. El intelectual habrá de realizar la función de quien rehuye confirmar las convenciones al uso y hace preguntas embarazosas, “buscando con ello recuperar la memoria de las personas olvidadas, de los humillados y ofendidos”; a su vez, el intelectual debe ser alguien –prosigue Said- que defiende a toda costa la expresión de su independencia de juicio, y que gracias a la misma se ve capaz de trastornar el orden existente y de cuestionar los estereotipos y los dogmas recibidos “de nuestra educación, de nuestra cultura nacional o de cualquier otra instancia”.

……………………………………………………………………… “Cuando los días de 1973 comenzaron a andar, todo parecía ir cumpliéndose con ferviente deseo de encontrar definitivamente el camino de la tranquilidad y de la unión de los argentinos. Pero, en la expectativa de muchos de los que asistieron a través de la radio y la televisión, y en las informaciones periodísticas, a la toma de posesión del nuevo mandatario nacional, doctor Cámpora, dos figuras foráneas colocaron un extraño e inquietante alerta; el presidente de Chile, doctor Salvador Allende, y el presidente de Cuba, doctor Dorticós. La declarada ideología marxista de ambos pareció desentonar con la promesa formulada por los mandatarios electos, de seguir un estilo de vida cristiano…” (5).
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En tanto, Michel Foucault consideraba que el papel del intelectual no consiste en decir a los demás qué han de hacer. “¿Con qué derecho lo haría? -se pregunta el francés- Acordémonos de todas las profecías, promesas, mandatos imperativos y programas que los intelectuales han podido formular en el curso de los dos últimos siglos cuyos efectos se han visto ahora”.
Además, sostenía que el trabajo de un intelectual no es modular la voluntad política de los otros, sino que es, “por los análisis que lleva a cabo en sus dominios, volver a interrogar las evidencias y los postulados, sacudir los hábitos, las maneras de actuar y de pensar; disipar las familiaridades admitidas, recobrar las medidas de las reglas y de las instituciones y, a partir de esta reproblematización (donde el intelectual desempeña su oficio específico), participar en la formación de una voluntad política (donde ha de desempeñar su papel de ciudadano)”. (6)

……………………………………………………………………… “La grey católica tenía un nuevo Pastor, cuyo carácter apacible pero no exento de firmeza, sirvió bien pronto para suavizar asperezas provocadas por enojosas situaciones ideológicas…”.
En relación al nombramiento de Raúl Francisco Primatesta. (7)

“…la feligresía cordobesa y el pueblo en general recibía con alegría la noticia de haber sido designado Cardenal por la Santa Sede el Arzobispo de Córdoba, Raúl F. Primatesta…” (8).

“Una misa concelebrada por los superiores de las órdenes religiosas que participaron de la conquista y colonización hispana de esta parte del continente –mercedarios, jesuitas, franciscanos y dominicos- con el cardenal Raúl Francisco Primatesta, puso en el corazón de la ciudad su plegaria de amor y paz” (9).
Lectura de los 400 años de Córdoba.
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Hace unos años, le preguntaron el francés Pierre Bourdie si su función como intelectual era adelantarse, a lo que respondió que él, como sociólogo, tenía “más información que la mayoría de la gente” por lo que podía “anticipar cosas que hoy no son visibles”.

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“El 24 de marzo de 1976 las fuerzas armadas asumieron el gobierno de la República. Habíase guardado con impaciencia para no quebrantar el orden institucional. Pero ningún hecho, por más detonante que se presentara, había hecho virar en redondo a los responsables del desencaje durante los últimos años. Entonces asumió el gobierno el teniente general Jorge Rafael Videla, en representación de la Junta Militar, para realizar la anhelada reorganización en todos los órdenes de la existencia nacional. Se afirmó, sobre todo, la guerra contra la subversión, cuyas conexiones internacionales eran evidentes. La dolorosa nomina de víctimas que aquella tradujo, trazó páginas que la Historia nunca hubiera tenido que verse precisada de recoger. Pero la luz del bien y de la unión triunfará sobre la equivocación y el engaño”. (10)
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La semiótica o semiología, ciencia del lenguaje que se encarga de desentramar lo dicho y lo no dicho en los discursos, mucho podría decirnos de todo lo entrecomillado precedente. A través de un análisis semiótico es posible encontrar las huellas o marcas –en palabras del semiólogo Eliseo Verón- que definen, desde el mismo discurso analizado, al sujeto enunciador –perfil, intereses, deseos, ideología y motivaciones de la persona que se expresa-.

Ahora bien, con todo lo escrito por el Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Córdoba 2003 –entre otras distinciones- y reproducido aquí, no es necesario ser experto en semiótica. La posición intelectual asumida por Efraín Bischoff en momentos claves de nuestra historia reciente es fuertemente contrastante con la figura del intelectual crítico en el sentido kantiano del término. Asimismo, pocas similitudes tiene con la labor intelectual de cuestionar dogmas o estereotipos, en palabras de Said o sacudir los hábitos y reproblematizar la sociedad, según Foulcaut.
Lejos está, también, del ícono post estructuralista Bourdie cuando éste hablaba del intelectual como aquel que puede anticipar cosas que no son visibles. Y traducido a los modos de interpretación argentina, lo dicho por el francés no dista mucho de aquello señalado por Rodolfo Walsh sobre los intelectuales que no comprenden lo que pasa en su tiempo y en su país, los cuales son “una contradicción andante. Y un intelectual que, comprendiendo, no actúa, tendrá un lugar en la antología del llanto pero no en la historia viva de su tierra”.
Y todo esto, claro está, se enfrenta en forma poderosa a la legitimidad social de la que goza el hombre en cuestión dentro de la sociedad cordobesa, la cual no le ha ‘criticado’ –este término utilizado bajo la acepción kantiana de crítica como conocimiento- ni un ápice de sus palabras y lo ha cobijado inexplicablemente como un hijo pródigo de la Córdoba dogmática y doctoral.

Mientras tanto, el hombre de la Historia cordobesa surca las calles engalanado de la impunidad de la desmemoria. En una ciudad amnésica, quien tiene una sólo visión –distorsionada- de los hechos, es prócer y rey de la narración equívoca del pasado.



(1) Bischoff, Efraín. Historia de Córdoba. Ed. Plus Ultra. 1976. Córdoba. Pag 647.
(2) Feinmann, José Pablo. La Sangre Derramada. Ensayo sobre la violencia política. Ariel. 1998. Buenos Aires. Pag. 291
(3) Bischoff, Efraín. Ob. cit. Pag. 664.
(4) Said, Edward W. Representaciones del intelectual. Barcelona, Paidós, 1996. Traducción de Isidro Arias
(5) Bischoff, Efraín. Ob. cit. Pag. 673.
(6) Foucault , Michel, Estética, ética y hermenéutica. Obras esenciales, Volumen III. Introducción, traducción y edición a cargo de Ángel Gabilondo. Ed. Paidós, Barcelona, 1999, p. 218.
(7) Bischoff, Efraín. Ob. cit. Pag. 623.
(9) Bischoff, Efraín. Ob. cit. Pag. 671.
(9) Bischoff, Efraín. Ob. cit. Pag. 674.
(10) Bischoff, Efraín. Ob. cit. Pag. 675

lunes, 30 de marzo de 2009

GUILLERMO ‘QUITO’ MARIANI

“La Iglesia está tocando fondo”

Sin rodeos, claro y contundente, Guillermo ‘Quito’ Mariani presenta nuevo libro a fines de marzo. Y reflexiona, aquí, sobre Dios y el país y asegura que Iglesia como institución “se está desgranando”.


Todas las semanas se repite el rito. Volver a la Villa del Rosario natal junto a su hermano y su hermana para ocupar la casa, hoy vacía, de la infancia. Compartir, como en aquellos años, el dormir y el despertar con los hermanos, sin la presencia, al menos material, de los padres. Guillermo ‘Quito’ Mariani está recién llegado de la casa materna. Y cuenta que allá, “cada uno hace sus cosas. Yo llevo la computadora y estoy mucho tiempo escribiendo”, cuenta. Y asegura que ir todas las semanas no es volver a la infancia. “Es muy vivo el recuerdo de mamá, pero volver a la infancia no, he asumido esa edad en las otras edades. No tengo que volver porque soy un chico…”, cuenta, y se ríe.

Desde hace dos años, Mariani vive en su nueva casa, Recta Martinoli al fondo. No extraña la Cripta: vuelve más seguido de lo que uno imagina. “Son 40 años” dice, como explicando la imposibilidad del desapego absoluto. “Me defendí como gato panza arriba” dice al rato, recordando aquellos días en que fue enjuiciado por los prejuicios de buena parte de la sociedad y también por el Supremo Tribunal de la Iglesia, de Roma, en donde “me conminaron a que pusiera 1800 euros para poder atender mi apelación, tras ‘el escándalo’ que había provocado mi libro. Dije que no podía, en el Arzobispado me dieron un certificado de pobreza y desde allá me rebajaron a 1000 euros, y me reí como te estás riendo vos ahora. Lo tomé a broma. Y dejé de atender eso…”

_ No tuvo miedo, en aquellos días, que la espectacularización de los medios vaciara su obra, que iba mucho más allá de sus experiencias sexuales.
_ Lo tuve en cuenta, tuve mucha bronca al principio. Pero pasado el tiempo, me di cuenta de las avalanchas de aprobación. Sino hubiera habido este escándalo inicial, no hubiera habido esta reacción. Yo con mi hermana voy a todos lados, y vamos abrazados sin reparos. Y la otra noche en el restaurant Heriberto, un hombre me vio con ella y me dice: ‘Lo felicito padre”…

_ Y al escribir aquella obra y las posteriores, ¿iba en búsqueda del reconocimiento político o del reconocimiento literario?
_ El reconocimiento de la gente. El político no me interesa…

_ Pero su postura es política, no lo puede negar.
_ Sí, sí, pero mi postura política tiene valor desde mi inserción en la gente a partir del ministerio sacerdotal. El último libro –Agujeros Negros, ver aparte- es lo que he ido recogiendo de las dificultades y problemas que traía la gente a la iglesia para resolver mis propios problemas, los he ido resolviendo para mi y en ese mismo resolver he ido resolviendo los de la gente. Este libro es una síntesis de todo este proceso, es mi propia afirmación de una manera de vivir en el mundo.

FIN A LA INSTITUCIÓN
_Usted señala que hay muchos que piensan como usted dentro de la Iglesia y no se animan a decirlo por miedo a represalias
_ Hay mucha gente que en muchos aspectos piensa y obra de otro modo, pero está como firmemente establecido en la conciencia clerical que lo importante no es no hablar, sino no decir lo que se hace. Eso es lo que importa.

_ Y entonces, si pertenecen a esta estructura y no piensan como ella y se expresan en contra de su modo verticalista y autoritario, ¿por qué seguir adentro, luchando y resistiendo?
_ Porque la Iglesia no es elementalmente institución, es una comunidad de seguidores de Cristo, y es absolutamente legítimo pensar que la Iglesia institución, que tiene una cantidad de elementos que favorecen la corrupción -como lo económico- va a estar en contra del mensaje cristiano, en su profundidad y autenticidad. De manera que el tema es no dejarle lugar a que la Iglesia sea sólo institución, sino que sea también de gente que denuncia lo que la institución hace. Cualquiera podría pensar que esos $690 que cobro de jubilación son el motivo para permanecer dentro de la institución. El de Brigadas Vanni –Luis Vanni- cada vez que me encuentra me acomete: “Usted es un desagradecido porque ha vivido de la Iglesia durante 50 años y ahora habla mal de ella, no la insulte que es mi madre”. También Mario Pereyra me dice que si no me gusta la institución, que me vaya de ella. Pero es por eso: es legítimo luchar, como mucha gente, desde adentro. Tenemos derecho como comunidad de cristianos dentro de la Iglesia, aunque quizás se tarde mucho en lograr una sociedad que tenga la misma presencia que ha tenido la Iglesia institución a través del tiempo, que ha causado más males que bienes.

_ ¿A partir de cuándo la Iglesia toma este giro institucional?
_ Del Siglo IV, con Constantino, que es quien enamora a la Iglesia con el poder, del que no desencarama nunca. Con la infabilidad pontificia y el autoritarismo absoluto se va formando ese poder, que ahora se va desgranando en una cantidad de cosas, a pesar de que Benedicto XVI quiere nuevamente hacer una cosa compacta, aunque sea de menos gente, para oponer este fanatismo al fanatismo islámico. Pero se va desgranado, la Iglesia se va desgranando. Con esta última actitud tan imprudente de rehabilitar a los obispos lefevristas, muchos desde dentro de la Iglesia, han estado en contra de esa posición. Además de todo, el Evangelio tiene frases absolutamente drásticas en contra de la institución: “Los reyes de las naciones nos mandan como si fueran sus dueños y se aprovechan de ello para su propio crecimiento. Ustedes no tienen que ser así. El que quiera ser el mayor que sea como el menor y el servidor de todos”. La institución civil está descartada expresamente por palabras de Jesús, que son claritas.

_ ¿Y es posible pensar que esos 1600 años de verticalismo y antidemocracia pueden revertirse?
_ Mi esperanza es un poco tremendista, pareciera que hay que llegar al fondo para empezar de nuevo. Y en la Iglesia creo que se está tocando fondo. La actitud tan decidida de Benedicto XVI hace que posiblemente el que siga sea como él, porque ha armado a su alrededor una estructura de poder con el Opus Dei que está gobernando todo. Todos los presidentes de las congregaciones romanas -especie de ministerios de laicos, de cleros, de obispos y de las misiones- son del Opus. Esto tiene perspectiva de ir hacia un derrumbe de la Iglesia. Ya está perdiendo poder, prestigio, crédito popular, fieles a montones. Está creciendo el Islamismo, una especie de contrapartida tan fuerte, que va a barrer con muchas instituciones católicas. La iglesia católica ha cometido el tremendo error de convertirse en sumisión, y el cristianismo es una cosmovisión del mundo, que tiene sentido religioso porque se atribuye a un ser supremo, pero convertirse en religión con todos los detalles de este catolicismo ha sido el gran error porque ha dejado entrar supersticiones, fantasías. Y como consecuencia de esto aparece el autoritarismo que obliga a dejar el sentido común, la razón, los sentimientos. Esto va de la mano con la institucionalización de la Iglesia.

_ ¿Y cuál es la diferencia a la hora de abordar la figura de Dios en la institución y en la cosmovisión cristiana?
_ En la cosmovisión cristiana, lo característico, no existente en otras visiones, es que el centro de la preocupación, de la acción y de la vida del hombre se pone en los otros hombres. Todas las religiones son una búsqueda de Dios. El cristianismo es una búsqueda del hombre, Dios entra en relación con nosotros a través de un hombre, Jesús. Dios se descubre en el hombre. El Dios absolutamente otro, inaccesible, inabordable, donde lo más importante es para rendirle culto a Él, es una deformación de sentido.

_ Pensaba preguntarle sobre la tan citada frase de Marx que dice que Dios es el opio de los pueblos. Con lo que viene diciendo, queda en claro la esencia de ese opio.
_ Todo lo religioso ha convertido a Dios en el opio de los pueblos, de todo movimiento de cambio, de todo movimiento revolucionario.

_ ¿Y cuál es el camino para traer a los descreídos de todo Dios y a los que creen en la institucionalidad?
_ El camino de los teólogos modernos es una forma nueva de vivir la Iglesia: aproximar a todas las visiones que hay desde el punto de vista filosófico, de manera que cada uno pueda mantener su orientación coincidiendo en una cantidad de principios de vida que sean de valor universal, no para siempre, sino que correspondan a un momento histórico que pueda ir evolucionando. De modo que haya un consenso en el modo de ver la realidad y de proceder ante ella.

RECUADRO
LA FE QUE MUEVE, A VECES
_ En un pasaje de su último libro dice que la fe está llena de incertidumbre. Es paradojal esta afirmación, ya que está instituido que la fe es algo seguro, es a lo que uno se aferra.
_ Es la institución la que te obliga a verla así, porque si la fe falla, falla el dominio de la institución sobre vos. Si la fe, que es lo que te ha dado la institución como suyo, empieza a fallar, se cae el edificio. Cuando yo estaba en Villa María, antes del 57’ –época en la que yo era fanático de la Iglesia, conservador, con todo lo que me había puesto el seminario: absoluta obediencia, absoluta sumisión, no dudar en nada, no pensar que podría haber otra cosa- leí una revista francesa que decía que la fe no era un sol que iluminaba todo, sino que era apenas una linterna de detective que alcanzaba para hacer un paso hacia delante. Todo lo demás es oscuridad. Y yo lo he vivido en muchas cosas con mucha gente; sino es fanatismo, la fe está llena de incertidumbre.

_ Entonces creer a veces y otras no en Dios forma parte de la esencia humana.
_ Sí. Creer en Dios, amar a Dios y veces insultarlo forma parte de la esencia humana.


RECUADRO
MARIANI EN LA ERA K
“Yo soy optimista. Tengo una visión parcial porque reconozco que en estos últimos gobiernos se ha hecho lo que yo deseé tantas veces con respecto a los Derechos Humanos, la independencia internacional, la relación con los países hermanos de Latinoamérica, la actitud que dejó de ser carnal con Estados Unidos y una denuncia, aunque muchas veces no corresponda a las acciones que se llevan a cabo, sobre la enajenación que fue y que es. Para mí, estamos mejor”, afirma Mariani.

_ Usted es una figura pública con un alto nivel de adhesión. Sin embargo, el 80% de los argentinos, según los últimos sondeos, no piensa que como usted en ese sentido, ¿a que cree usted que obedece?
_ A una clase media desastrosa.

_ ¿Se anima a decirlo así, sabiendo que vive y ha trabajado en buena medida con la clase media?
_ Sí, mi esfuerzo siempre fue lograr que la clase media no fuera un tapón del cambio revolucionario que se estaba gestando. Todas las reuniones, las catequesis familiares, estuvieron orientadas a quitarles esa característica de tapón de los cambios a la clase media. Pero es algo que está muy adentro, que se caracteriza por su ambición para progresar. Con lo del año pasado, la clase media jugó un papel importantísimo. En la bravuconada de esa corporación de poderosos, junto a la prensa que se puede comprar, la clase media hizo un gran papel para que se difundiera la idea de que el campo de los agroexportadores era el campito de los pequeños propietarios. El día que intentaron meter preso a De Angelis, la clase media del Cerro estaba frente a la Mujer Urbana con cacerolas –se ríe y recuerda el tema de Ignacio Copani, ‘Cacerolas de teflón’-. Hoy me abstengo, en muchos grupos, de hablar.

RECUADRO
TIRANDO MITOS
_ En una presentación de un libro usted fue muy franco al criticar a la Madre Teresa de Calcuta, un ser indiscutible e intocable.
_ Mi crítica a la Madre Teresa no es personal, sino por su falta de conciencia social por aceptar el dinero de cualquier manera porque sirve para hacer el bien; es decir, un planteo santo del dinero. Haber recibido grandes aportes de los Duvallier, por ejemplo, o su principio: no me importa de donde venga. Me parece muy ambiguo y que puede inducir a una violación muy seria de la justicia. Hay un libro sobre ella en el que se dice que en lugar de hacer casas para ayudar a morir, podría haber hecho hospitales de alta complejidad para salvar vidas.

NUEVA OBRA, MISMOS AGUJEROS
_ Se sabe de la existencia de los agujeros negros en el cosmos, ¿hay también en la Iglesia?
_ Son los que yo trato de exponer en mi último libro, que son los que tragan luz. Lo que conocemos de los agujeros negros es que tragan luz. En la iglesia hay agujeros negros que, a diferencia de los del espacio, son remediables, porque hay cosas muy notables.


RECUADRO
PRESENTACIÓN


El 26 de marzo
Se sabe de la existencia de los agujeros negros en el cosmos, ¿hay también en la Iglesia?
_ Son los que yo trato de exponer en mi último libro, que son los que tragan luz. Lo que conocemos de los agujeros negros es que tragan luz. En la iglesia hay agujeros negros que, a diferencia de los del espacio, son remediables, porque hay cosas muy notables


RECUADRO
MARIANI Y LOS CAMBIOS EN AMÉRICA, VÍA POESÍA

Evo Morales realidad y símbolo

Eva madre de vivientes en la historia de la biblia,
Evo padre de insurgentes por una nueva Bolivia.

Una engendrando la vida y otro para hacerla digna,
una encerrada en los mitos y otro volando las cimas.

La primera clarinada con sonido indigenista
en el predio enajenado de la América mestiza.

La pureza inmaculada de una raza perseguida
con el coraje que sólo tiene la gente sencilla.

Una nación condenada en su pobreza nativa
caucho y salitre robados y bloqueadas sus salidas.

Las derechas, sin derechos para quien no está en sus líneas
están rumiando venganza y lo tienen en la mira.

Pero él sigue caminando con sencillez campesina
desafiando sin alarde las astucias asesinas.

Experto en la diplomacia sin rodeos ni mentiras
su ropa pone colores y su rostro la sonrisa.

El poder como un servicio de libertad y de vida
con la ofrenda de la propia, entregada sin medida.

En testimonio constante de pobreza compartida
sólo reclama del rico lo que exige la justicia.

Acurrucado en la plaza en una huelga vigilia
espera del parlamento una Bolivia distinta.

Un agujero en el cielo cuya luz intranquiliza
a los que a oscuras se nutren de opresión y de codicia.

En su tierra traicionada por la gula autonomista
él defiende lo que a todos la Pacha mama destina.

Y en sus sueños e intuiciones de tradición mantenida
arma planes de futuro para su gente querida.

Desde la Paz y la astucia de una raza sometida
flamea un nuevo estandarte para América latina.
José Guillermo Mariani (pbro)

jueves, 12 de marzo de 2009

ENTREVISTA A MARCELO BIRMAJER

“Soy un guerrillero de la literatura”

Escritor representante de la nueva generación que ya ganó su lugar en la literatura nacional, Marcelo Birmajer fue definido como el ‘Woody Allen de las pampas’.
Pero no todo es humor en su obra.


El clima, que cambia en horas, no le avisó a Marcelo Birmajer, invitado a la Feria del Libro de Córdoba, que en esta ciudad podía hacer calor. Y él no trajo remera. Por tanto, antes de poder sentarnos a dialogar para que explicase cómo, a los 42 años, ya tiene más de 30 libros publicados y fue traducido en varios idiomas, busca una remera por el centro de esta ciudad y se detiene ante cada librería para ver si exponen alguno de sus libros. Y se sorprende y señala en caso de que alguno esté bien a la vista. Birmajer sigue buscando una remera, no se anima a la de Belgrano de Córdoba pero sí a una de una marca elegante de campo. Y no tiene problemas en disimular que si puede comprarse una remera cara, se la compra. Publicó más de 32 libros. Puede. O debería poder.

Con remera nueva y celular que no para, media la charla un cabrito asado que el escritor, que confiesa comer todos los mediodías merluza a la plancha con puré de zapallo, no dudó en pedir. Y tampoco duda en comer el cabrito con las manos mientras ensaya algunas respuestas e improvisa la regla número 1 para cualquier lector en forma de anticipo para este cronista. Los huesos del cabrito que ya no es, están pelados. Las palabras de Birmajer se alargan cuando hace falta. Otras veces pueden ser muy escuetas y sin dilaciones. Como las mejores novelas.

DE AQUÉL A ÉSTE
_ Como todo escritor, comenzaste como periodista.
_ Sí, en el diario Nuevo Sur, haciendo crítica cultural. Yo en esa época era ‘bien de izquierda’, pero no estaba a favor de la línea del diario, que era del PC. Yo era troskista…

_ ¿Vos eras troskista?
_ Sí, en esa época sí.

_ Cambiaste rotundamente, ¿no?
_ 180 grados. Fueron procesos, lecturas como Isaías Berlin, que me convirtieron al bando de la democracia.

_ ¿Los decís porque el troskismo no es democrático?
_ No, para nada. No lo fue nunca ni lo es hoy. Trosky (N. de la R: León, referente del movimiento que en Argentina encabezan el PO y el MST) lo dice muy claro durante la Segunda Guerra Mundial: ésta no es nuestra guerra. Y en esa guerra se enfrentaban la oscuridad y lo menos malo, y él no tomaba partido. Yo evidentemente estoy del lado de los aliados. El troskismo nunca levantó ni levantará la bandera de la democracia. Lo que sí tuvo de favorable fue el no levantar la bandera de la lucha armada. El troskismo sólo fue un movimiento político, siempre fueron muy sensatos. Y es cierto también que Zamora (Luis, ex líder del MAS) siempre defendió la idea de que si no los votaban, no iban a poder tomar el poder. Eso hay que reconocerlo.

_ Y ahora, cómo te definís políticamente.
_ Un desconcertado. Un investigador de la realidad, con algunos dogmas que no me molesta llamar dogmas: el respeto por la vida humana, el respeto por la libertad, por la libertad de expresión. Estoy de acuerdo con que exista el Congreso, con que las autoridades se elijan por medio del voto, estoy de acuerdo con gobernar por medio de delegados y no de asambleas. Y también creo que, en nuestro país, una enorme proporción de la clase política es deshonesta, que recurre a la corrupción.

NI GENIO NI MEDIOCRE
_ Si bien es posible encontrar asuntos vinculados a la política, tu narrativa está más ligada a la cotidianeidad y a ciertas señas de tu propio mundo.
_ Los cruzo. Nunca la política a secas. Siempre está cruzada con el amor, la tragedia familiar, el pasado.

_Tópicos de la literatura universal.
_ Siempre.

_ ¿Un escritor no puede prescindir de esos tópicos?
_ Yo como escritor no puedo prescindir de eso. Hay dos tipos de escritores que pueden prescindir de eso: los genios, que pueden contar historias con cualquier cosa; y los mediocres, que como no saben contar una historia, dicen que prescinden de las historias.

_ Es decir, Birmajer no se considera ni genio ni un mediocre.
_ Yo estoy a obligado a usar los sistemas tradicionales, porque no soy un genio y espero no ser un mediocre.

_ ¿Y hay mediocres que pueblen, legitimados por el público, la industria?
_ Por el público, no, por la academia, sí. No voy a dar nombres. También hay mediocres que les va bien por el público, pero es menos grave. Al mediocre que le va bien gracias al público, es por una decisión libre. Al que le va bien por la academia, es con guita del Estado, la plata es de los contribuyentes, se subvenciona la publicación de un mediocre.

_ Y decir estas cosas, ¿qué genera?, ¿no es el mundo de la literatura un mundo de celos?
_ Un mundo de vanidades, de pequeñeces, de declamación de desinterés por cosas que los desesperan. Hay escritores que admiten querer que su libro se venda y otros que niegan ese deseo, pero con actitudes deshonestas. Hace poco leía a un escritor que no es del mercado que decía que había tenido mala suerte por no haber sido traducido. Si vos decís que fuiste traducido a tantos idiomas tiene un dejo de vanidad, porque estás contándole al otro algo en lo que te fue bien. Eso es ser del mercado, eso es ser comercial. Pero lo que dijo este escritor es patético: yo debería haber sido traducido, yo me merezco ser traducido. Los que están fuera del mercado son más patéticos que los que están adentro. Yo sé de varios escritores mediocres que están adentro del mercado que son éxitos millonarios, como Dan Brown (autor de El Código Da Vinci), que me parece mediocre, pero la gente lo eligió.

ESTABILIDAD
“Yo pienso –dice Birmajer- que para escribir una buena historia… para que se me ocurra no sé que hace falta, pero para escribirla necesito estabilidad”.

_ Qué tipo de estabilidad: tiempo, dinero…
_ Las dos cosas. Necesito una rutina, sentirme tranquilo interiormente.

_ ¿Y cuándo lograste esa tranquilidad?
_ Nunca.

_ Sin embargo…
_ Sí, muy prolífico, pero nunca con la tranquilidad que a mi me hubiera gustado.

_ Pero se logrará algún día.
_ No sé… da la impresión de que yo no lo voy a lograr. No tengo al estado que me banque y nunca me fue tan bien como para poder vivir tranquilo.

_ ¿Tantos libros publicados no dan tranquilidad monetaria?
_ Lo de publicar es por dos motivos: a muchos editores les gustan mis relatos. Y a algunos de mis libros les fue muy bien, moderadamente bien. Pero no me dio la tranquilidad que quisiera. Fue difícil cobrar. No sé por qué. Son long sellers.

_ Igual, has dicho en más de una oportunidad que es más elogioso no tanta venta sino la traducción que se ha hecho de tus obras.
_ La traducción es la muestra de interés por parte de alguien que no conoce ni a tu país ni a vos, es la muestra de interés suprema. Lo que le interesa realmente es el texto.

_ No obstante, el reconocimiento del público no es para subestimar.
_ Sí, por supuesto, es fundamental. El editor siempre se la puede arreglar con otro libro, no es una gran pérdida una obra que fracasa. Pero para el escritor el libro es su único medio. El editor puede perder muchas guerras, el escritor muy pocas.

_ ¿Te ha tocado perder guerras?
_ Yo vengo haciendo algo que en la guerra es muy difícil de logar: empatar. Es lo que se dice, desde el punto de vista militar, de las guerrillas: no ganan pero no pierden.

_ Se mantienen.
_ Yo que estaba en desacuerdo con la guerrilla, soy un guerrillero de la literatura.

_ ¿Y por qué el empate?
_ No puedo vivir tranquilo, pero sobrevivo. Hace muchos años sobrevivo, mucho mejor de lo que siempre creí. Ahora presento Tres Mosqueteros en Norteamérica, nunca lo hubiera imaginado. El 2 de noviembre en la Universidad de Berkley. Lo van a editar en tapa dura, con una edición para la prensa y hace mucho que está anunciado en internet. No hablo inglés, hay traductores simultáneos. Ya estoy apalabrado. No es la primera vez, estuve en Corea. Y te imaginarás que no hablé en coreano.

SIN MÁXIMAS
_ En tus 10 consejos para escritores, decís que la escritura no te debe hacer sufrir. Y yo recordaba el film Yepetto, en donde el escritor maduro –interpretado por Ulises Dumont- le dice al principiante todo lo contrario, que hay que parir cada palabra.
_ Si sufrís escribiendo, no lo digas. Puede pasar que algo te desgarre. Pero no digas nada, ¿para qué? ¿Para qué vas a estar exhibiendo tu sufrimiento? Hay que escribir tus alegrías, a medias, pero el sufrimiento no. A medias, para no molestar, pero el sufrimiento no hay que escribirlo.

_Abelardo Castillo, siguiendo con esta idea, dice que el esfuerzo, la pasión, no garantiza nada. Que uno puede escribir con mucho esfuerzo y pasión y lo que salga de ahí puede ser tranquilamente un bodrio.
_ Estoy totalmente de acuerdo

_ Y entonces, ¿dónde está la clave?
_ No hay clave. Hay escritores que han escrito sólo una novela que vale la pena, y otros, como Fontanarrosa, que sabés que en cada cosa que vas a leer la vas pasar bien. No hay ningún truco que uno pueda realizar. Hay dos cosas que nunca fallan: una es leer. La otra es corregir. Son algunas de las pocas cosas que puedo recomendar: leer y corregir. Siempre siento que no corregí suficiente. Generalmente reduzco, saco cosas que están de más. No confío nunca en lo primero que escribí, sería como llevarme algo a la boca sin saber qué es.

_ No obstante, otra cosa que dice Castillo es no creer nunca en las máximas de los escritores.
_ Tiene razón.

_ Por lo tanto, tus consejos serían relativos...
_ Son una humorada. No son verdades absolutas, son verdades de casualidad. Son verdades que a veces son verdad. Yo sumaría una que te la doy como primicia: 10 consejos para lectores. 1) No te identifiques conmigo. No sé las otras, pero ya tenés la primera.

_ Y eso, ¿para que el lector no se desilusione?
_ Primero, porque no le va a servir para nada. Si hay una persona inconsistente soy yo. Dos, porque la literatura es para singularizarte, para ser distinto, no para parecerte a nadie.

CREAR HISTORIAS
_ Baudalaire decía que para escribir hay que pensar historias en todos lados: en el baño, en la cocina, en la cama.
_ No, eso no es voluntario. Ojalá uno pudiera elegir en qué pensar. Si eligiera en qué pensar, no existiría el amor. Uno apenas si logra manejar sus pensamientos, a duras penas sus acciones. Si uno pudiera elegir en qué pensar, nunca te enamorarías de ninguna mina. Enamorarte es pensar una mina contra tu voluntad.

_ Entonces, no hay elección a la hora de pensar tus historias.
_ Tengo que estar medio distraído para que se me ocurra una historia.

_ Pero si tenemos en cuenta tu rutina, la rutina no distrae.
_ Sí, porque voy a corregir un artículo, no a buscar una historia. La rutina es para corregir; pero para que se te ocurra algo, en cualquier momento puede pasar.

_ ¿Y te deja contento lo que escribís?
_ Mucho. Últimamente sí. Me deja contentos. Desde hace un par de años.

_ William Faulkner, bajo esta misma idea del escritor sufrido, decía no hay que estar contento nunca con lo que uno escribe.
_ Yo creo que decían que nunca había que estar contento con nada. Yo pienso que hay que vivir.

_ Y en ese vivir, lo biográfico se mete. ¿Cuánto hay, por ejemplo, en Historias de hombres casados?
_ El punto de vista de personaje es el mío, las cosas que pasan no. Es eso: el punto de vista. Me divierte mi punto de vista. Me parece divertido. No es que no me puedo desprender: lo elijo. Hay distintas cosas de mi vida real que las uso para inventar historias. Vivir en el barrio de 11 lo uso. Pero hay otras cosas que no: cómo me visto, por ejemplo. No tiene nada de interesante. Si pago mis impuestos no me parece interesante.

ENTRETENER ES LA PREMISA
_ Pablo De Santis, otro consagrado de tu generación, dice que sólo entiende su literatura como entretenimiento. Los clásicos, como ya hemos charlado, difícilmente hayan pensado así. Ustedes lograron sacarse un gran peso de encima.
_ Sí, pero ellos siguen sin entenderlo. Para mí la literatura tiene que ser entretenida por una sencilla razón: nadie está seguro de ser profundo, pero sí conocés lo que puede ser entretenido. Y no vas a dejar de ser profundo porque seas entretenido, pero sí vas a dejar de ser entretenido si pretendés ser profundo. Y si tenés la desgracia de no ser profundo y tampoco ser entretenido, sos una maldición. Por eso hay que ser entretenido.

_ Es la premisa.
_ Exactamente. Después viene lo otro. Hay algo que yo quiero: vivir tranquilo. Yo quiero vivir tranquilo. La ‘vida’ de escritor me importa muy poco.

_ En ‘Me gustaba más cuando era hijo’, decís que estabas muy contento de haber traído dos nuevas vidas al mundo, pero que te gustaría encontrar de nuevo tu vida, ¿la encontraste?
_No, no. Cuando sean adultos y no tengan problemas.

_ Mientras tanto…
_ Voy a vivir desdoblado…

RECUADRO
_ En Ver para leer, le contás a Juan Sasturain que cuando él te regaló los Nueve cuentos de Salinger, a tus 19 años, te cambió el punto de vista sobre la literatura. ¿Cuál era tu punto de vista antes y cuál ahora?
_ Previo a eso era Cortazar, Benedetti, Gelman, literatura latinoamericana y preferentemente, de autores de izquierda. Después, policial, Borges, todo eso fue para mi Sasturain. Fue un cambio rotundo, se me abrió el mundo. Antes sólo leía cosas que estuvieran de acuerdo conmigo. Y de ahí pasé a leer lo bueno.

_ ¿Renegás de lo anterior?
_ No, para nada. Me sigue gustando mucho Cortazar, Gelman, me sigue gustando Silvio Rodríguez. Casi todo lo que me gustaba antes me sigo gustando, pero no coincido ideológicamente.

RECUADRO
“Me tiene algo cansado lo de escritor prolífico. Ojala resaltaran otras virtudes, pero bueno, la verdad es que les doy motivos”.

RECUADRO
“Yo nunca sentí el peso de los grandes autores argentinos. Cuando viajo por Latinoamérica y me hablan de Borges, para mi Borges es profundo como el fondo de la tierra y leve como una pluma. Borges no me representa ningún peso, es muy estimulante. Borges es una bendición, nunca un problema”.

RECUDRO
EL INCORRECTO BIRMAJER
“Desde los 19 años estoy en contra de la lucha armada en Argentina. Me parece un disparate. Si no hubieran existido esos grupos guerrilleros, la posibilidad de una Argentina más justa hubiera sido más factible”.

_ Por ende, la figura de Ernesto Guevara no te cae simpática.
_ Todo lo contrario. Me parece una figura reaccionaria. Era un hombre que perseguía a los homosexuales, que realizó campos de reclusión en Cuba para estos, de confinamiento. No de concentración, porque no los mataban, pero sí de confinamiento. Estaban presos y los obligaban a trabajar. Y eso a mi me parece de la derecha más recalcitrante y violenta. Y después eso del tableteo de las ametralladoras, ‘uno, dos, tres Vietnam’. Hay que buscar salud, educación, vida… Yo reconozco que la lucha de Vietnam era una lucha justa, pero eso no lo podés reproducir alegremente y por cualquier lado. ‘El sonido luctuoso de las ametralladoras…’ Y no es que la época te obligaba a pensar así. En esa misma época había gente como Sábato que estaba en contra de la lucha armada, y no era un infeliz. Y había peronistas, radicales, socialistas que estaban en contra de la lucha armada. No es que la época te metía eso en la neurona. El Che Guevara me parece una figura nefasta: un pequeño burgués que se sentía culpable de sus raíces, que estaba más dispuesto a matar que a buscar una salida sólida a las crisis económicas y a la pobreza. En vez de invadir Bolivia, debería haber buscado la libertad en Cuba sin matar a nadie. Esa era una causa noble e incruenta. A mi me parece que les gustaba más matar que lograr la justicia y la paz.

_ Y esas ideas, dentro de tu círculo, no deben ser muy consensuadas.
_ No, estoy más solo que un marinero en Bolivia…

RECUADRO
VER BIRMAJER
Ya perdió la cuenta de la cantidad de libros publicados. Superan los 30 entre novelas y cuentos, algunos para adultos y otros para público juvenil. También fue co guionista de El abrazo partido, de Daniel Burman.
Entre su obra, se destacan su novela Un crimen secundario, que va por 21 edición, con más de 100 mil ejemplares vendidos. También Tras Mosqueteros y la saga de las Historias de Hombres. Algunos de sus libros han sido traducidas al francés, italiano, portugués, lituano, rumano y coreano.

martes, 24 de febrero de 2009

PAOLA BERNAL

“No soy sólo música”

La hija pródiga que tanto tardo en llegar. Paola Bernal, la voz femenina del folklore de la nueva generación, vive, canta y se arma en su ciudad natal.
Cosquín, Bernal y los nuevos sonidos que no paran de llegar.

Cosquín es una de las tantas ciudades de esta provincia que conservan su alma de pueblo, en todo sentido. Puede ser un infierno, pero las más de las veces se convierte en paraíso. Es un paraíso cuando hay que buscar a Paola Bernal –cantante, artista, mujer de las que miran estrellas en las serranías, dos discos editados, compañera de escenario de los más grandes-. Paola no está en su peña, esa que cantó en paralelo al festival durante todo enero. Está en casa de sus padres, ensayando, un martes por la tarde. ¿Dónde queda la casa? 4 cuadras, izquierda, derecha, bomberos, una placita. ¿Otra referencia? “Preguntá por lo de los Bernal”.
Estábamos llegando, pero había que ver que tan cierto era eso de “preguntá…”. Una joven coscoína pasa en bici, veloz, y le hacemos clavar los frenos para la comprobación empírica del alma de pueblo de Cosquín y del conocimiento que se tiene de su hija pródiga. Lo de los Bernal, allá. Test aprobado.

El galpón de la planta baja de los Bernal baila y canta en pleno barrio coscoíno, mirando de frente a las Sierras Chicas. Y Bernal, Paola, la coscoína que se animó a renovar la sonoridad de la música de tierra adentro “sin perder la esencia”, entona como enseñando, caja en mano y pantalones de tres rayas. La envuelven en el baile del ensayo gauchos de pantalones cortos y pantorrillas de futboleros, que zapatean y presumen chinas gringas. Así es fácil. Al menos parece.

El Canal Encuentro, justo ahora, los filma para un documental. Yo los escribo. Ellos se aman en danzas o guerrean chacarereando, todo de mentirita en lo de los Bernal, con Paola, la coscoína que entona “… país, yo sé tu destino / siempre luchar / luchar…”. Los preparativos para lo que pasará en unos días –el escenario mayor Atahualpa Yupanquí- tiene técnica, tiene voz -¿la mejor?- y tiene un gato que se baila y se canta con la alegría que no nos enseñaron: “…ay hermano / yo quiero estar todo el año / de festival...”.
Así es fácil. Ojala hubiéramos crecido en el folklore de la alegría y no nos pesaría tanto lo que fuimos para ser algo ahora. Lección número uno: en las fiestas de la escuela primaria, poner un gato cantado por Bernal, la coscoína, la joven de 35 años que apadrinaron Ica Novio, el Chango Farias Gómez, Roberto Cantos y tantos otros que supieron ver en su pequeña figura una artista en cuerpo. Y alma.

La tarde cae. Y Cosquín empieza a ser un infierno de luces apagadas y chacareras que no duermen. Allí nos reencontraremos con Bernal, la de los ojos color de la zamba.

LA ARTISTA
Paola llega a su peña seguida por las cámaras del canal estatal que la retrata para un documental. Es la hija pródiga que camina por sus calles como las caminó siempre, ayer y hoy, pero filmada. Su peña, la más amplia en propuestas artísticas de todo el valle, está en pleno centro, allí donde se amontonan las multitudes cada enero de festival. Pero dice que ella no lo busco, “fue lo que sucedió”, aclara, como mostrándose inexpugnable ante el destino. Y cuenta que el galpón en donde la vimos ensayando, la planta baja de la casa paterna, ya había sido, años anteriores, espacio para obras de teatro y música y otras intervenciones artísticas. “Desde los 11 años, cuando empecé a cantar, siempre ha habido bailarines, cantantes, músicos y amigos en casa”, cuenta. Y pese a que el galpón fue pensado como espacio de trabajo, hoy es reducto de labores algo distintas.

_ Te presentas como artista popular, toda una autodefinición. ¿Qué significa ser artista popular?
_ Popular porque desarrollo mi trabajo desde lo folklórico, lo que pertenece al pueblo. Y artista porque el arte se manifiesta todo el tiempo y en toda forma, y no sólo desde la música; hablo del encuentro con las otras artes. La música es un arte, pero no soy sólo música: me interesa la danza, lo visual, lo tengo en cuenta y lo incorporo en mi trabajo, me interesa comunicarme con esos artistas. No sólo hago música. Pero esa es una manera de definirme por un instante, no todos los días es igual. Todo el tiempo, el arte que uno va a haciendo va mutando. Para mí es así.

_ Y esos cambios internos se materializan en tu trabajo.
_ Hay una esencia que permanece, el primer impulso por lo cual uno elige hacer esto todos los días, es como enamorarte todo el tiempo de lo que estás haciendo. Los cambios internos tiene que ver con uno, yo soy lo que hago. Y lo he ido manifestando en distintos proyectos, repertorios, distintas personas y artes. Tengo 35 años, canto desde que tengo 11. Y todo ha ido modificándose, se ha ido abriendo. Se han descentralizado cosas y profundizado otras.

_ ¿Y cómo definís esa esencia inicial?
_ Creo que es el fuego interior que se mantiene, el impulso. No voy por ósmosis, voy decidiendo qué hacer, eligiendo, analizando lo injusto y lo justo. Un camino.

BIEN CRIOLLITA
Paola nació en la ciudad que vive el folklore como ninguna otra. Y desde siempre ella estuvo acostumbrada a eso. Integró la Escuela de Danzas Folklóricas de Cosquín y convivió desde la cuna con ese folklore convencional que espantaría a cualquier púber urbano. Pero para ella, el peso de lo tradicional fue una guía, “fui buscando y me fui encontrando con gente que me produjeron de esta forma. Cuando comencé a cantar cantaba las canciones tradicionales, habías cosas que no me gustaban y otras sí. Recuerdo que me gustaban mucho, cuando era chica, los Hermanos Ábalos, las danzas; y me sigue gustando y me he relacionado con la música del Norte de Santiago del Estero. Y después conocí a Ica Novo y con él pude reconocer otras maneras, otras sonoridades, otros pensamientos. Y todo se fue transformando, el encuentro con los viejos maestros va transformando las cosas. Y eso también te va formando. A lo mejor si me hubiera cruzado con gente más tradicional hubiera hecho otras cosas, pero mi espíritu me llevó hacía ahí. Hay cosas que uno no maneja. Yo no siento que, en ese caso, haya premeditado algo o elegido, todo fue sucediendo…”.

_ Pero no estabas ahí por casualidad…
_ No… y cuando uno va creciendo te das cuenta por qué dijiste que no y que si, esa intuición natural. Y también son ciclos, son cosas que vuelven. Así como yo cantaba esas canciones bien criollitas cuando era chica, ahora en mi último disco volví a eso, y en el medio grabé un disco con sonoridades distintas, y después estuve en un proyecto y un sonido mucho más actual con un DJ, que también es una parte de mi. Yo soy todo eso también. Y también el hecho de involucrarme desde otros lugares, hacer cosas para que se produzcan otras, eso me motiva mucho. La música no es la música por sí sola, sino que está en un contexto social, en donde realmente tengo un fin.

_ Parece anacrónica esa definición, más en una mujer de sólo 35 años.
_ Yo creo que este espacio –se refiere a su peña- hace que la gente se pueda encontrar, se pueda reconocer, que vea el arte de otra manera. El espacio de encuentro y lo que pueda generar en la gente, en los pensamientos. Lo que uno pueda aportar a la búsqueda, un movimiento para que produzca cosas.

_ Entonces, y esta pregunta también parece anacrónica, sentís un compromiso como artista
_ Sí, cada vez más. Sino no tiene sentido hacer arte.

NO ES MIEDO
Su teléfono en la noche que recién empieza no para. Le esquiva a algunos, no a otros. Llaman unos músicos. Músicos de Cosquín que buscan su espacio en la peña de Bernal. Y pese a que la grilla está absolutamente cerrada, ella acepta que maneja el tema “como lo siento. Es bueno que vengan para que ellos puedan recibir, ver lo que está pasando, son jóvenes, son de acá”.

_ ¿Vos tuviste una oportunidad así?
_ Sí, con Ica, que fue el precursor de las peñas acá. Yo tuve la experiencia. Y fue hermoso.

Bernal sabe que lo suyo es buscar caminos y, como gusta repetir, nuevas sonoridades. Por eso, su primer disco “Esperando tu llegada” fue toda una experimentación, donde el folclore llegó a sentir los visos del jazz y la bossa nova, un sonido que conducía a nuevos ámbitos. Pero con “Por el camino”, se segundo trabajo, que cuenta con poco menos de un año, volvió a las fuentes.

_ Leía el otro día a un seguidor tuyo que escribía: “Paola se asustó del efecto que estaba creciendo en su nueva música…”. Y dice que tuviste miedo de seguir con esa nueva sonoridad.
_ (Se ríe) No tiene que ver con el miedo, sino con atreverse a hacer lo más simple sabiendo que se puede ir a dónde quieras. Y lo simple y lo tradicional tienen una fuerza y poder plasmarlo es también lo que quiero ofrecer. Esa esencia es el lugar desde donde puedo encontrarme y mixturar con otras sonoridades. El último disco es muy de mi intimidad: me gusta escuchar a Atahualpa Yupanqui, a León Gieco, me gustan las zambas viejas y lo experimental y lo electrónico. Es desde un lugar muy personal. Y tiene que ver con momentos. Yo no planifico mis discos, suceden, la vida misma me va poniendo cosas. En ese primer disco me sentía que podía con todo, acaba de tener a mi hijo, tenía una felicidad plena, nunca había sentido una cosa tan maravillosa. Hoy es distinto: otras sensaciones, estoy más grande, toqué en un montón de lugares y reconocí otras realidades.

PAOLA MARGARITA
Bernal vivió en Cosquín hasta los 18. Vida de pueblo bailando y cantando en los encuentros de la Escuela. Luego emigró a Córdoba, donde estudió y se animó a algunas cosas. Como por ejemplo, irse a cantar a Venezuela con sólo 20 años: “Me fui con Germán Náger –pianista- a cantar durante un año a un hotel de la Isla Margarita” Así, tangos y boleros por la noche, playa durante el día, “me gustaba lo que cantaba, pero no trabajar de cantante. Era chica, estaba la rebeldía…”. Luego de su vuelta a Córdoba, llegó Buenos Aires por siete años, donde siguió estudiando y formó parte de Los Descendientes, grupo con el que grabó un disco. Y muchas cosas más, lo que vuelve extraña su vuelta al pago. “Volví porque estaba embarazada de Lucas. No es lo mismo un niño en una ciudad que aquí. Era un buen lugar para que naciera. Después regresé a Córdoba un tiempo, también me fui 6 meses a Buenos Aires para estar un tiempo ahí, para hacer la base de operaciones”.

_ ¿Te la bancaste sola con un hijo en Buenos Aires?
_ Y… la verdad que no… Pensaba quedarme un año. Y me volví a la mitad. No tenía sentido estar allá pudiendo manejar la carrera desde acá. Hay teléfono, internet y puedo viajar. A Buenos Aires viajo, estoy, hago lo que tengo que hacer y vuelvo.

A Cosquín, para Bernal, siempre se está volviendo.
.
RECUADRO
_ Decías que el folklore te conecta con tu ser cósmico. ¿Qué vendría a ser?
_ La cosmovisión en la que uno está, tener en cuenta que uno vive en un universo, que hay un río, las estrellas, las sierras. Estar en contacto con ese ser más esencial. Poder estar en armonía con mi persona.

RECUADRO
_ ¿Cambió tu relación con Cosquín desde que lograste reconocimiento?
_ Para mi se intensifica, le da más intensidad. Yo represento cosas, siento que soy embajadora de mi ciudad. Pero siempre tuve una relación bastante parecida.

PAOLA BERNAL

“No soy sólo música”

La hija pródiga que tanto tardo en llegar. Paola Bernal, la voz femenina del folklore de la nueva generación, vive, canta y se arma en su ciudad natal.
Cosquín, Bernal y los nuevos sonidos que no paran de llegar.

Cosquín es una de las tantas ciudades de esta provincia que conservan su alma de pueblo, en todo sentido. Puede ser un infierno, pero las más de las veces se convierte en paraíso. Es un paraíso cuando hay que buscar a Paola Bernal –cantante, artista, mujer de las que miran estrellas en las serranías, dos discos editados, compañera de escenario de los más grandes-. Paola no está en su peña, esa que cantó en paralelo al festival durante todo enero. Está en casa de sus padres, ensayando, un martes por la tarde. ¿Dónde queda la casa? 4 cuadras, izquierda, derecha, bomberos, una placita. ¿Otra referencia? “Preguntá por lo de los Bernal”.
Estábamos llegando, pero había que ver que tan cierto era eso de “preguntá…”. Una joven coscoína pasa en bici, veloz, y le hacemos clavar los frenos para la comprobación empírica del alma de pueblo de Cosquín y del conocimiento que se tiene de su hija pródiga. Lo de los Bernal, allá. Test aprobado.

El galpón de la planta baja de los Bernal baila y canta en pleno barrio coscoíno, mirando de frente a las Sierras Chicas. Y Bernal, Paola, la coscoína que se animó a renovar la sonoridad de la música de tierra adentro “sin perder la esencia”, entona como enseñando, caja en mano y pantalones de tres rayas. La envuelven en el baile del ensayo gauchos de pantalones cortos y pantorrillas de futboleros, que zapatean y presumen chinas gringas. Así es fácil. Al menos parece.

El Canal Encuentro, justo ahora, los filma para un documental. Yo los escribo. Ellos se aman en danzas o guerrean chacarereando, todo de mentirita en lo de los Bernal, con Paola, la coscoína que entona “… país, yo sé tu destino / siempre luchar / luchar…”. Los preparativos para lo que pasará en unos días –el escenario mayor Atahualpa Yupanquí- tiene técnica, tiene voz -¿la mejor?- y tiene un gato que se baila y se canta con la alegría que no nos enseñaron: “…ay hermano / yo quiero estar todo el año / de festival...”.
Así es fácil. Ojala hubiéramos crecido en el folklore de la alegría y no nos pesaría tanto lo que fuimos para ser algo ahora. Lección número uno: en las fiestas de la escuela primaria, poner un gato cantado por Bernal, la coscoína, la joven de 35 años que apadrinaron Ica Novio, el Chango Farias Gómez, Roberto Cantos y tantos otros que supieron ver en su pequeña figura una artista en cuerpo. Y alma.

La tarde cae. Y Cosquín empieza a ser un infierno de luces apagadas y chacareras que no duermen. Allí nos reencontraremos con Bernal, la de los ojos color de la zamba.

LA ARTISTA
Paola llega a su peña seguida por las cámaras del canal estatal que la retrata para un documental. Es la hija pródiga que camina por sus calles como las caminó siempre, ayer y hoy, pero filmada. Su peña, la más amplia en propuestas artísticas de todo el valle, está en pleno centro, allí donde se amontonan las multitudes cada enero de festival. Pero dice que ella no lo busco, “fue lo que sucedió”, aclara, como mostrándose inexpugnable ante el destino. Y cuenta que el galpón en donde la vimos ensayando, la planta baja de la casa paterna, ya había sido, años anteriores, espacio para obras de teatro y música y otras intervenciones artísticas. “Desde los 11 años, cuando empecé a cantar, siempre ha habido bailarines, cantantes, músicos y amigos en casa”, cuenta. Y pese a que el galpón fue pensado como espacio de trabajo, hoy es reducto de labores algo distintas.

_ Te presentas como artista popular, toda una autodefinición. ¿Qué significa ser artista popular?
_ Popular porque desarrollo mi trabajo desde lo folklórico, lo que pertenece al pueblo. Y artista porque el arte se manifiesta todo el tiempo y en toda forma, y no sólo desde la música; hablo del encuentro con las otras artes. La música es un arte, pero no soy sólo música: me interesa la danza, lo visual, lo tengo en cuenta y lo incorporo en mi trabajo, me interesa comunicarme con esos artistas. No sólo hago música. Pero esa es una manera de definirme por un instante, no todos los días es igual. Todo el tiempo, el arte que uno va a haciendo va mutando. Para mí es así.

_ Y esos cambios internos se materializan en tu trabajo.
_ Hay una esencia que permanece, el primer impulso por lo cual uno elige hacer esto todos los días, es como enamorarte todo el tiempo de lo que estás haciendo. Los cambios internos tiene que ver con uno, yo soy lo que hago. Y lo he ido manifestando en distintos proyectos, repertorios, distintas personas y artes. Tengo 35 años, canto desde que tengo 11. Y todo ha ido modificándose, se ha ido abriendo. Se han descentralizado cosas y profundizado otras.

_ ¿Y cómo definís esa esencia inicial?
_ Creo que es el fuego interior que se mantiene, el impulso. No voy por ósmosis, voy decidiendo qué hacer, eligiendo, analizando lo injusto y lo justo. Un camino.

BIEN CRIOLLITA
Paola nació en la ciudad que vive el folklore como ninguna otra. Y desde siempre ella estuvo acostumbrada a eso. Integró la Escuela de Danzas Folklóricas de Cosquín y convivió desde la cuna con ese folklore convencional que espantaría a cualquier púber urbano. Pero para ella, el peso de lo tradicional fue una guía, “fui buscando y me fui encontrando con gente que me produjeron de esta forma. Cuando comencé a cantar cantaba las canciones tradicionales, habías cosas que no me gustaban y otras sí. Recuerdo que me gustaban mucho, cuando era chica, los Hermanos Ábalos, las danzas; y me sigue gustando y me he relacionado con la música del Norte de Santiago del Estero. Y después conocí a Ica Novo y con él pude reconocer otras maneras, otras sonoridades, otros pensamientos. Y todo se fue transformando, el encuentro con los viejos maestros va transformando las cosas. Y eso también te va formando. A lo mejor si me hubiera cruzado con gente más tradicional hubiera hecho otras cosas, pero mi espíritu me llevó hacía ahí. Hay cosas que uno no maneja. Yo no siento que, en ese caso, haya premeditado algo o elegido, todo fue sucediendo…”.

_ Pero no estabas ahí por casualidad…
_ No… y cuando uno va creciendo te das cuenta por qué dijiste que no y que si, esa intuición natural. Y también son ciclos, son cosas que vuelven. Así como yo cantaba esas canciones bien criollitas cuando era chica, ahora en mi último disco volví a eso, y en el medio grabé un disco con sonoridades distintas, y después estuve en un proyecto y un sonido mucho más actual con un DJ, que también es una parte de mi. Yo soy todo eso también. Y también el hecho de involucrarme desde otros lugares, hacer cosas para que se produzcan otras, eso me motiva mucho. La música no es la música por sí sola, sino que está en un contexto social, en donde realmente tengo un fin.

_ Parece anacrónica esa definición, más en una mujer de sólo 35 años.
_ Yo creo que este espacio –se refiere a su peña- hace que la gente se pueda encontrar, se pueda reconocer, que vea el arte de otra manera. El espacio de encuentro y lo que pueda generar en la gente, en los pensamientos. Lo que uno pueda aportar a la búsqueda, un movimiento para que produzca cosas.

_ Entonces, y esta pregunta también parece anacrónica, sentís un compromiso como artista
_ Sí, cada vez más. Sino no tiene sentido hacer arte.

NO ES MIEDO
Su teléfono en la noche que recién empieza no para. Le esquiva a algunos, no a otros. Llaman unos músicos. Músicos de Cosquín que buscan su espacio en la peña de Bernal. Y pese a que la grilla está absolutamente cerrada, ella acepta que maneja el tema “como lo siento. Es bueno que vengan para que ellos puedan recibir, ver lo que está pasando, son jóvenes, son de acá”.

_ ¿Vos tuviste una oportunidad así?
_ Sí, con Ica, que fue el precursor de las peñas acá. Yo tuve la experiencia. Y fue hermoso.

Bernal sabe que lo suyo es buscar caminos y, como gusta repetir, nuevas sonoridades. Por eso, su primer disco “Esperando tu llegada” fue toda una experimentación, donde el folclore llegó a sentir los visos del jazz y la bossa nova, un sonido que conducía a nuevos ámbitos. Pero con “Por el camino”, se segundo trabajo, que cuenta con poco menos de un año, volvió a las fuentes.

_ Leía el otro día a un seguidor tuyo que escribía: “Paola se asustó del efecto que estaba creciendo en su nueva música…”. Y dice que tuviste miedo de seguir con esa nueva sonoridad.
_ (Se ríe) No tiene que ver con el miedo, sino con atreverse a hacer lo más simple sabiendo que se puede ir a dónde quieras. Y lo simple y lo tradicional tienen una fuerza y poder plasmarlo es también lo que quiero ofrecer. Esa esencia es el lugar desde donde puedo encontrarme y mixturar con otras sonoridades. El último disco es muy de mi intimidad: me gusta escuchar a Atahualpa Yupanqui, a León Gieco, me gustan las zambas viejas y lo experimental y lo electrónico. Es desde un lugar muy personal. Y tiene que ver con momentos. Yo no planifico mis discos, suceden, la vida misma me va poniendo cosas. En ese primer disco me sentía que podía con todo, acaba de tener a mi hijo, tenía una felicidad plena, nunca había sentido una cosa tan maravillosa. Hoy es distinto: otras sensaciones, estoy más grande, toqué en un montón de lugares y reconocí otras realidades.

PAOLA MARGARITA
Bernal vivió en Cosquín hasta los 18. Vida de pueblo bailando y cantando en los encuentros de la Escuela. Luego emigró a Córdoba, donde estudió y se animó a algunas cosas. Como por ejemplo, irse a cantar a Venezuela con sólo 20 años: “Me fui con Germán Náger –pianista- a cantar durante un año a un hotel de la Isla Margarita” Así, tangos y boleros por la noche, playa durante el día, “me gustaba lo que cantaba, pero no trabajar de cantante. Era chica, estaba la rebeldía…”. Luego de su vuelta a Córdoba, llegó Buenos Aires por siete años, donde siguió estudiando y formó parte de Los Descendientes, grupo con el que grabó un disco. Y muchas cosas más, lo que vuelve extraña su vuelta al pago. “Volví porque estaba embarazada de Lucas. No es lo mismo un niño en una ciudad que aquí. Era un buen lugar para que naciera. Después regresé a Córdoba un tiempo, también me fui 6 meses a Buenos Aires para estar un tiempo ahí, para hacer la base de operaciones”.

_ ¿Te la bancaste sola con un hijo en Buenos Aires?
_ Y… la verdad que no… Pensaba quedarme un año. Y me volví a la mitad. No tenía sentido estar allá pudiendo manejar la carrera desde acá. Hay teléfono, internet y puedo viajar. A Buenos Aires viajo, estoy, hago lo que tengo que hacer y vuelvo.

A Cosquín, para Bernal, siempre se está volviendo.
.
RECUADRO
_ Decías que el folklore te conecta con tu ser cósmico. ¿Qué vendría a ser?
_ La cosmovisión en la que uno está, tener en cuenta que uno vive en un universo, que hay un río, las estrellas, las sierras. Estar en contacto con ese ser más esencial. Poder estar en armonía con mi persona.

RECUADRO
_ ¿Cambió tu relación con Cosquín desde que lograste reconocimiento?
_ Para mi se intensifica, le da más intensidad. Yo represento cosas, siento que soy embajadora de mi ciudad. Pero siempre tuve una relación bastante parecida.