lunes, 25 de febrero de 2008

SILVIA LALLANA

“Encontré en el tango mi forma más completa”

Referente indiscutible de la canción en Córdoba, este año deslumbró nuevamente en Jesús María y confirmó su lugar y presente. Silvia Lallana repasa sus años de formación, la experiencia en Europa y el tango que hoy le ganó la voz.


Alguien, alguna vez, la definió dueña de una voz llena de furia y suavidad a la vez: dos cualidades que, en otros términos, definen también a la mujer más completa. Furia y suavidad a la vez: la voz de Silvia Lallana

Silvia Lallana hoy, y sólo por algunos meses más, es vecina de Urca, la zona donde vivió su adolescencia. Adolescencia en la que ya sabía qué iba a hacer de su vida: cantar. Y para cantar fue que a los 9 años tomó el examen para entrar al Domingo Zípoli, previo a haberse aprendido cuanta teoría musical fuese necesaria para cumplir con su objetivo: “Mi objetivo era cantar. Y si tenía que estudiar solfeo para cantar, estudiaba” cuenta Lallana. Y el primer día de coro, con sus 10 años a cuestas, le dijo al Director: quiero ser solista.

“Era una cuestión tan natural” recuerda ahora y menciona a Jorge Coux, el Director asesinado en el 72’. “Era mi referente. Era un genio, un capo, me impactaba por la pasión que ponía, tocaba el piano, dirigía, terminaba los conciertos todo empapado, todo el traje mojado” rememora y asegura que la muerte de su primer guía la marcó a fuego: “Fue el que me dio las primeras lecciones, a pesar de que yo era chica y el grupo era grande, pero las cosas que me dio con respecto al canto aún las tengo. Cuando fui el primer día y le dije que quería ser solista, me miró de arriba a abajo y me dijo que cantara. Canté. Y me aprobó”, recuerda hoy la voz, furia y suavidad.

_ Por lo tanto, una de tus características además de la voz, ha sido ser una arriesgada.
_ Sí… Mi primer actuación con el coro fue en el Liceo y en el ómnibus mis compañeros me preguntaban si no tenía miedo, si no me daba vergüenza y yo les decía que no. Me acuerdo que les decía: “Pero si me gusta”. No entraba la posibilidad de vergüenza.

A LAS EUROPAS
Tampoco hubo vergüenza cuando en el año 2003, con una carrera que ya marchaba sobre ruedas –o al menos, con las ruedas que Córdoba tiene-, decidió alejarse e instalarse en Europa: “Es otra la vida, otra la posibilidad de proyección. Llegué y me contrataron de una milonga para hacer dos temas nomás, por 150 Euros. Y me explicaron que a la gente le gustaba bailar, por eso sólo dos temas. Y cuando me fui, el dueño de la milonga me da el sobre y me pide disculpas. Pensé que por mí no había vendido tanto fernét o algo no había salido bien. Pedía disculpas, pero me estaba pagando 200 euros, más de lo pactado, y su problema era no poder pagarme lo que él creía que yo valía. Acá, jamás una cosa así. Y así se fueron dando las cosas, contrataciones para festivales en Italia, en Suiza”.
La vuelta, en el 2004, tuvo un motivo ajeno a la canción: “Mi marido (N. de la R: el poeta y médico Pecas Soriano) se llenó de la tristeza. Allá escribió su quinto libro de poesía, Llueve sobre el exilio, sobre la tristeza y su dolor. Su realidad fue distinta. La vuelta fue muy dura, tomar la decisión de volver fue duro”, rememora, y en la memoria, la voz: furia y suavidad.

_El se fue por vos y vos volviste por él. Forman una buena sociedad.
_Sí, pero fue una tormenta fuerte. Hoy agradezco que no se haya adaptado y nos hayamos vuelto. Igual, allá me quedaron los contactos y vuelvo todos los años (N. de la R: en agosto estará un mes allá). También doy un curso de interpretación de tango. Es increíble lo que saben los franceses del tango, del idioma. El año pasado, dentro de las clases de canto, metí una zamba. Y ahora quieren que vaya de nuevo a dar clases, pero también con show folklórico, con bailarines y todo.

_Volviste de Europa por una cuestión de mantener la familia, ¿esa es una máxima inviolable?.
_ Sí, la cuestión familiar me ha limitado tiempo profesional a la hora de hacer giras o de haberme quedado en Europa. Pero si yo no si tuviera mi familia estaría incompleta. Mercedes (Sosa) un día me decía, con una tristeza, que conocía todos los Sheraton del mundo, y que eran todos iguales… Yo no quiero una vida así, lo entendí en Europa.

DE CHINA A PASIONAL
_¿Más cómoda en el tango o en el folklore?
_A mi me gusta cantar; y me emocionan determinadas cosas. Y esas son las que canto. La chacarera es una cuestión más festiva, tiene una posibilidad de registro más acotada y poéticamente no dice mucho, en cambio la zamba sí, hay posibilidades de extenderse en cuestión de tonos, pero es más descriptiva, más paisajística. Pero el tango son historias de vida donde te involucrás completamente, incluso hasta corporalmente. Encontré en el tango mi forma más completa.

_ ¿Entonces es el tango lo que más te emociona?
_ Más que lo que más me emociona, siento que puedo expresar una totalidad: a nivel poético, musical y corporal. Es una historia donde hablás de amor, de pasión, de dulzura, de bronca; todo en la misma canción.

_Y te ponés en la piel del tango.
_ Exactamente. Y puedo trabajar con los contrastes, de poder dar cosas suaves y con ritmos. Contrastes. Y en el tango lo tenés todo el tiempo. La tristeza y al segundo la bronca. Y además, afuera el tango...

_ Es la marca más fuerte de la argentinidad.
_ Sí, si te vas a Europa aprendé a bailar tango porque te lo van a pedir.

_ ¿Pero es marca de Argentina o Buenos Aires?
_ Es Buenos Aires. A lo mejor no saben la diferencia. Pero eso es lo que les dije en Turismo y en Cultura acá durante tantos años. Le dije a Canedo (N. de la R: Pablo, ex Director de la Agencia Córdoba Cultura, actualmente Concejal por el PJ) durante años que me ‘usara’, que me diera una valija con folletos, con un video. Nunca tuve nada para explicar de dónde venía. Y hay gente de Europa que hace viajes exclusivos a Buenos Aires a recorrer las milongas. Y acá se morirían.

_Y al final, no te ‘usaron’ nunca.
_ Nunca.

_ Así y todo, te sentiste siempre una embajadora de Córdoba
_ Sí, me desvivía hablando. Sentía el orgullo provinciano de lo que tenemos, incluso en la comparación: lo que tiene ellos y lo que tenemos nosotros. Ya he hablado con el nuevo encargado de Cultura y demostró mucha apertura. Pero Córdoba debe ser la única provincia que no lleva a sus artistas como estandarte. No hablo de la respuesta del público, que tiene aceptación por sus artistas, pero desde el Estado, nada. Se inaugura la temporada de Córdoba y traen a todos de Buenos Aires, ¿vos crees que si se hace algo en Santiago van a llevar porteños?.

FAMILIA DE NO MUSICOS
Lallana cuenta, en cada momento, que disfruta cantar. Y hasta asegura que cuando puede, canta “en cada reunión, en cada cumpleaños”. Y canta, también, en las entrevistas hechas en el living de su casa. Está la grabación que atestigua: su marido le pregunta algo de Rentas que ella ignora –es cantante, se excusa su compañero ante la persona que espera el dato burocrático- y ella aprovecha la pausa y afina la voz: furia y suavidad. Cualidades, las dela voz de Lallana, de mujer completa. Cualidades de Silvia Lallana.

_ En una reunión familiar, en un asado, si la gente te pide ¿cantás?.
_ Sí, si me quieren escuchar yo canto. Hay músicos o cantantes que no les gusta.

_O los humoristas, que no quieren contar chistes.
_Claro. Yo no. La gente tiene miedo de pedirme, pero yo no tengo historia.

_ Eso es bueno para saber que se te puede invitar a comer un asado y tenés a Silvia Lallana gratis.
_ (Risas) Para mi es natural cantar, desde que era chiquitita.

_ Por ende, familia de músicos.
_ No, nadie. Mi viejo era contador, mi mamá ama de casa. Mi abuelo me contaba que todavía no sabía hablar y ya le pedía que pusiera un disco y cantaba, naturalmente. Nosotros somos 7 hermanos, yo soy la segunda mayor. Y para dormir cantaba, antes de dormir cantaba y nos dormíamos todos, yo al último. Y mi vieja me contó que una vez no fui la última en dormirme y uno de mis hermanos se enojó porque no cantaba más, porque me había dormido.

_ ¿Había muchos discos en el hogar?
_ Los de cualquier casa.

_¿Te llevaban a recitales o festivales de pequeña?
_ ¿En esa época? No, no eran adeptos a esas cosas.

_ Y de los 7 hermanos, cuántos se dedicaron a la música
_ Ninguno.

_ Al menos alguno entona.
_ Sí, la mayoría son afinados, pero mis viejos nada. A mi vieja le tengo que pedir que no cante, pero le gusta bailar.

TÉCNICA Y ARTISTA
Los 4 temas para la televisión que hizo este año en Jesús María le permitieron desarrollar una propuesta íntegra, según ella explica. Pero así y todo, reconoce que en Córdoba “se camina siempre sobre lo mismo”. Ese caminar indica, por ejemplo, que estará presente en el Festival de Tango de Francia, pero que no estuvo en el Festival de Tango de La Falda el año pasado.
Por eso, se entiende su estadía de casi dos años en Europa: “Lo que me sedujo es que iba y cantaba, nada más. Cantaba. A mi me gusta la cuestión organizativa, pero las cosas en contra te cansan”.

Lallana es Soprano y como tal integra el Coro de Cámara de la Provincia. Soprano, “pero con un registro muy amplio”, explica. Cuenta que las profesoras de canto le decían que, con esa voz, tenía que cantar lírico y no géneros populares, que para eso no hacía falta estudiar. Es decir, que no desaprovechara lo que tenía en menudencias. “Y hoy creo lo contrario –dice- que para cantar géneros populares hace falta técnica. La técnica vocal para lírica, queda. Pero si tenés que cantar cuestiones más sentidas, el desgaste es mucho más grande y si no tenés técnica te quedas sin voz”.

_ Es decir, el Chaqueño Palavecino no tiene mucha vida como cantor.
_ No tiene técnica, pero tiene un vozarrón y unas cuerdas vocales maravillosas. La Mecha fumaba muchísimo, hasta que dejó y empezó a estudiar canto, y estudia hasta hoy. Yo de vez en cuando tomo algunas clases, pero ya tengo algunos conocimientos.

_ La técnica te coinvierte en un buen -o excelente- intérprete, pero no en un artista. Entonces, ¿cuál es el umbral que hay que pasar para convertirse en artista?
_Hay un conjunto de cosas. A veces el hecho de tener técnica o cantar bien es sinónimo de no popularidad. El umbral para poder sacarte de encima lo meramente técnico, y le pasa a todos los músicos clásicos, es poder pintar con tu canto lo que estás sintiendo ahora, sin que eso se convierta en una demostración de técnica. Uno puede decir qué bárbara esa voz, pero esa voz puede no movilizarte. Mi satisfacción es cuando me dicen que los emocioné, que los hice llorar.

_ En las lágrimas de los demás te das cuenta que sos artista.
_ El artista tiene que ver con la comunicación que tiene con la gente, un conjunto de cosas que hace que brille arriba del escenario. A la hora del show, es un conjunto de cosas, pero sobre todo, que emocione. El círculo se cierra con la mirada del otro.

RECUADRO
LA GUÍA SOSA
Es conocida la afinidad de Silvia Lallana y Mercedes Sosa: cuando la tucumana viene a Córdoba, Lallana es su invitada
Silvia cuenta que Mercedes la vio a ella por primera vez en televisión, en el Cosquín 92’. Y que dos años después, en los pasillos de Canal 10, ella fue a presentarse ante su máximo referente y Mercedes la sacó ahí nomás: “Me la cruce de frente y le dije que yo era cantante y que la admiraba –recuerda Lallana- Y ella me miró y me dijo: Sí, Silvia Lallana!. Y se acordaba de mi presentación en Cosquín, me dijo una catarata de cosas que no me las olvido más. Desde entonces tenemos una gran relación”, asegura la que, en cada presentación de Mercedes en Córdoba, está a su lado, como su heredera natural en tierras mediterráneas.

RECUADRO
EL OLVIDO Y LA ENTREGA
“Antes de subir al escenario soy una pelota de nervios –cuenta Lallana-, empiezo a preguntarme qué hago ahí. En Jesús María, previo a subir, estaba con Jairo y le contaba de los nervios que tenía, incluso le decía si no será la vejez. Y él me dijo que sí, que debía ser la vejez, porque él estaba igual”.

_ Será una condición de buen cantante: sufrir antes de cantar.
_ Mis nervios no pasan por si me va a fallar la voz, si me va a falta el aire. A nivel técnico no tengo problemas. Los nervios pasan por la letra, por el olvido. Me pasó muchas veces. Cosas super ensayadas y es un instante.

_ Y cuando eso pasa, ¿improvisás?
_ Una vez en un CPC me olvidé, paré los músicos y le expliqué al público. Y eso es lo único que me estresa. Y cantar con atril no me gusta, te limita. Yo me muevo en el escenario y me comunico visualmente. Eso y generar la conexión con la gente. Una vez que me meto, que encuentro el aplauso, el reconocimiento de la gente, me digo ‘listo, ya estoy en el living de mi casa’. Necesito esa relación, esa comunión con la gente, sea en el San Martín, sea donde sea. La necesito para poder relajarme y entregarme.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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