jueves, 7 de junio de 2007

HORACIO SOSA

“En Buenos Aires son mitos, nosotros somos viejos”

Cantautor emblemático de Córdoba y ex integrante del ya mítico Posdata, Horacio Sosa acaba de editar nuevo disco: Ocre.
Aquí, recuerda el tiempo que pasó y su obra, que es lo que viene


“Sólo se trata de vivir…” comienza ironizando Horacio Sosa, sello de la música urbana mediterránea, cuando se le consulta cómo va la cosa entre los músicos y esta ciudad, a veces, poco musical. “Nunca dejé de tocar –explica desde su posición- pero la política de los medios es otra; si no tocaste un tiempo es ‘el regreso de Horacio Sosa’, ¿qué regreso? Lo dicen como si yo hubiera estado parado y no es así, uno vive procesos evolutivos” asegura.
Sosa grabó dos disco con Posdata –‘Córdova Va’ e ‘Ícaro’-, en el 91’ se largó como solista con ‘Líneas del Corazón’ y 5 años después participó de ‘Canto a la ciudad’, una producción de la Municipalidad. Hasta Ocre, su nueva obra, pasaron 10 años.

Hoy suena extraño que un músico pase 1 década sin grabar.
En el Interior el músico se las arregla. Tener 50 años y ser músico de rock en Buenos Aires es ser un mito, pero nosotros somos viejos. Uno sabe que eso tiene sus pro y sus contras, no pertenecemos a esa franja exitosa; aparecemos una vez cada 10 años, pero en el medio hubo un proceso; esto no sería posible si cada momento de total ‘anonimato’, de aparente no producción, uno toma otros atajos por el hecho de sobrevivir. Soy profe de guitarra desde los 16 y ahora estoy en la Universidad Nacional de Villa María. No grabé, pero toqué, estuve ‘enseñando’, entregado a la convivencia con los alumnos y a tocar con ellos. Esa es la mejor manera que tengo de dar.

Yendo a ‘Ocre’, está claro el perfil de rock sinfónico y de trova, pero también está presente el aire dulzón de la zamba.
Nosotros no somos ni nos vestimos como folkloristas, y sin embargo hay folkloristas como Peteco que se animan a buscar en los límites, o Spinetta que compone una zamba desde un lugar distinto, con la carga vivencial de un tipo de ciudad, igual Fito o Divididos. Y a mi también me interesó hacer una versión distinta del folklore.

LLEGAR A LOS OTROS
Sosa asegura que los que se enteran de obras como ‘Ocre’ son los que “están a la pesca, los que sienten que están en el mismo rollo”. Y que esto tiene que ver con la falta de puentes que existe entre las distintas generaciones. “Hay un público perdido, el de los 70’. Y no hay puentes suficientes con las otras generaciones” asegura. Y agrega: “Las cosas cambiaron mucho, se mandó a la marginalidad mucha gente. Buenos Aires es una caldera de gente desamparada”.
Frente a esto, confiesa que se siente extraño ante recitales de grupos ‘noventistas’, “no termino de enganchar esa pose entre roquera fashion y cuero. Yo reivindico lo lírico de Almendra, Spinetta era un tipo que se copó con el surrealismo, con Castaneda, había lectura y filosofía atrás. El rock hoy irrumpe en otros sectores sociales. Pero sé que cualquier cuarentón o cincuentón va a extrañar sus 20 años…”.

En ese sentido, en Ciudad Alma, de ‘Ocre’, comenzás el tema haciéndote una pregunta casi crucial: ¿Córdoba va?
(Piensa) No quiero hacer dogma de una relectura de lo que yo alguna vez afirmé y ahora lo pongo entre signos de interrogación. No me quiero quedar sólo en esa oposición, esto de que antes yo afirmaba y ahora no. Yo en mis actuaciones en vivo sigo cantando ‘Córdoba va’, sé que remite a una historia y que el público busca reconectarse con esa historia, porque se siente de esa generación y porque al mismo tiempo expresa un espíritu positivo. Simboliza el momento de fiesta, de creer que es posible. Pero también digo que ya registramos un cansancio, que todo sigue igual. Y esto significa que el mundo sigue injusto y que hay que seguir peleando, no renunciar. Y sumarle la necesidad de atender el propio micromundo, lograr el equilibrio entre éste y lo social.

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